Hay que “recuperar la memoria democrática” de Su Sanchidad, oiga.
En su día, los mass-media al servicio
del PSOE, no dejaban de hablar de espionajes y demás asuntos, con el objeto de
desprestigiar al PP. Sin embargo, nada se decía de cómo se las gastaba el
gobierno de Felipe González en estos temas y en otros.
A los dos años de iniciarse el
“gonzalato” se organizó y se montó un entramado de espionaje para vigilar, no
solamente al mismísimo gobierno, sino a la oposición, periodistas, policías,
empresarios. Incluso se llegó a vigilar a la casa de su graciosa majestad.
Cuando se descubrió todo este entramado,
el vicepresidente Narciso Serra (perdón, Narsís Serra), tuvo que dimitir.
También conviene recordar que Alfonso
Guerra, primer vicepresidente del mentado “gonzalato”, también fue apartado por
culpa de las corrupciones de su hermano, que campaba por sus respetos en la
Andalucía de Chávez.
En fin, no entendemos que con tanto
lastre a sus espaldas, aún anden por ahí sacando pecho, como lo han hecho en la
propaganda de las últimas elecciones. Claro que eso de sacar pecho, a Felipe
González se le da muy bien, como cuando lo sacaba como militante falangista,
como demuestra la foto que figura en la página 441 del libro “Secuestro del socialismo”,
escrito por el socialista Antón Saavedra, Editorial LIBROSLIBRES, marzo de
2.004, 473 páginas. Al pie de dicha foto, se puede leer:
“Felipe
González fue militante activo de las Juventudes Universitarias Masculinas de
Acción Católica, donde comentando los Evangelios y cantando el Cara al Sol, trataba
de comprender a Marx de la mano de preceptor, el catedrático Manuel Giménez
Fernández, que en los primeros tiempos de la República había sido ministro de
agricultura con la CEDA”.
Como nota curiosa, esta fotografía también figuraba en
libro intitulado “Falangistas”, editorial La
Esfera de los Libros, 2.010, 496 páginas, siendo borrada de este libro por
orden del propio Felipe González.
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