sábado, 25 de noviembre de 2023

Protocolo de Kyoto y la energía nuclear


 

Como ya saben, nos gusta recuperar la “memoria histórica”, pero la reciente. Y lo haremos en varias entradas sobre el tema del cambio climático. Vamos a ello.

Se acordarán ustedes de la falta de suministro eléctrico que padecieron Sevilla, Cádiz y Huelva allá por el verano del 2.004, a consecuencia del excesivo calor que hizo. El Foro de la Industria Nuclear Española, en su apartado Carta del Presidente, denunció en su día, entre otras cosas, el poco o nulo conocimiento que se tiene sobre la energía nuclear que hace que sea rechazada sin contemplaciones. Si a esto unimos el programa de desmantelamiento que propuso en su día el nefasto gobierno de Zapatero, nos encontraremos que será muy difícil cumplir con los compromisos de Kyoto. Este desmantelamiento también nos llevará a un encarecimiento de la energía eléctrica, que a su vez producirá un elevado coste de nuestros productos en beneficio, por ejemplo, de Francia. Pero, claro, hay que ser políticamente correctos e ir del brazo de los galos aunque nos pisoteen y nos machaquen: aquí se cerró la central de Zorita, mientras que en el país vecino hay instalados decenas y decenas de reactores.

En la mencionada Carta del Presidente se podían leer datos apabullantes: la industria nuclear de Europa tenía ocupadas a 400.000 personas y, a su vez, generaba el 35 % de la energía eléctrica, bastante superior a la producida por el carbón (26 %), por el gas (18 %) y por la hidráulica (13 %). Todo esto lleva a que los nueve reactores que había en España, nos hayan permitido ahorrar una cantidad superior a los mil millones de euros anuales en importación de gas y petróleo.

En otro apartado del informe se dice que las 439 centrales nucleares que hay en el mundo han producido, durante el año 2003, el 17 % de la electricidad consumida.

 

También dice el informe que, en los últimos diez años, se ha evitado la emisión a la atmósfera de 2.500 millones de toneladas del dañino y perjudicial CO₂, productor del efecto invernadero y que en aquellos momentos estaban en construcción 31 reactores en las zonas de expansión económica del sudeste asiático

Pero es igual, oiga, aquel desastroso gobierno del PSOE siguió en sus trece en lo que se refiere al progresivo desmantelamiento de las centrales nucleares, con lo que el futuro próximo será más que problemático, ya que dependemos del gas y del petróleo importados de regiones en constante conflicto ¿Cómo se resolverá el problema del aumento de la demanda que se producirá inexorablemente en los próximos años?

 

De los 10 nuevos países que ingresaron en la UE por aquellas fechas (casi todos de la antigua órbita comunista), 5 de ellos tienen centrales nucleares, lo que ha supuesto un aumento de 19 reactores: se ha pasado de 136 a 155. De los 25 estados de la Unión, 13 tienen centrales nucleares.

A pesar de todos estos datos, aquel estúpido Gobierno seguía apostando por las energías renovables, siendo la eólica la más deseada. Unos datos bastan para demostrar la insensatez de apostar por tales energías. En Junio de aquel verano, con 40º C en casi toda Andalucía y en buena parte de España, se produjo un máximo histórico en la demanda eléctrica al llegarse a los 37.000 megavatios, circunstancia que motivó los apagones que recordarán. En tal situación hubo que recurrir a la energía eólica, la cual introdujo en el sistema eléctrico la ridícula cantidad de 130 megavatios ¿Alguien se puede creer que a esas temperaturas tan elevadas pueda soplar aire?

Miguel Muguiro, prestigioso ingeniero responsable del área de energía en España, dijo en su día que “España tiene ahora grandes dificultades para satisfacer la demanda, ya que con Kyoto sólo hay dos posibilidades: las renovables y las de ciclo combinado. Las primeras nos parece que tienen un coste importante y las de ciclo combinado implican una dependencia exterior que resulta preocupante”.

Con el barril de petróleo por las nubes, los costes  por megavatio/hora en las centrales de carbón y gas, se dispararán.

 

Hubo un ministro de Industria socialista, que, recurriendo a la carnaza populista y a la manipulación de la ignorancia que se tiene sobre el tema, dijo que la culpa “reside en las escasas inversiones que se hicieron en una determinada época”. La demagogia es notoria ¿Acaso las empresas eléctricas tienen algún interés en provocar apagones? Lo que sucede es que la demanda eléctrica ha ido aumentando gracias al crecimiento reciente del PIB de una “determinada época”.

El científico inglés James Lovelock, defensor ecológico donde los haya, es partidario de la energía nuclear para evitar el cambio climático. A tal efecto dice que las energías solar y eólica no son realistas. El poder nuclear es la única solución práctica para el calentamiento global, pero ha habido una reacción histérica al respecto. Refiriéndose a las causas del calentamiento global, Lovelock manifestó que si hay un incremento en el uso del carbón el problema empeorará más y más. Los franceses han sido muy inteligentes al conseguir toda su energía de las fuentes nucleares. (Declaraciones del científico en el diario “La Nueva España” de fecha 13 de Junio de 2.004).




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog