Y terminamos con este artículo sobre La Pasionaria.
Desde las elecciones del 36 hasta el 18 de julio del mismo año, La Pasionaria y el PCE desencadenan una ofensiva, no a favor de la democracia y de la libertad, sino a favor de la revolución comunista. Tanto en el Parlamento como en la calle se convierte en una auténtica estrella roja.
Desde su
escaño parlamentario insulta y acosa a los líderes de la derecha, amenazándolos
de muerte, como es sobradamente sabido. Gil Robles y Calvo Sotelo son sus
dianas. Toda España, bueno, casi toda, recuerdan sus testimonios, tanto en sus
mítines como en sus declaraciones a la prensa. Fue la gran pregonera de la
Guerra Civil, incitando la lucha a muerte entre las dos Españas, aunque sus
hagiógrafos y panegiristas, con sus parciales elogios, se hayan dedicado a
pasar por alto todo esto que está registrado en la Historia.
La frase de
“No pasarán”, atribuida a ella, que había pronunciado ante el micrófono de
Unión Radio de Madrid, en realidad había sido acuñada antes por Indalecio
Prieto.
Esta frase fue
una “boutade” ¿Quiénes no iban a “pasar”? ¿Serían los responsables de los
crímenes de Paracuellos? ¿Serían los asesinos de los líderes del POUM,
torturados hasta la muerte por orden de Stalin, con la complicidad de los
comunistas españoles? ¡Claro que no eran estos! De todos estos crímenes La
Pasionaria no dirá ni pío.
En el pleno
del PCE celebrado en Valencia en el año 1.937, Dolores, siguiendo ciegamente
las instrucciones de su amo Stalin, propone una República de “nuevo tipo”, que
no era otra cosa más que el tipo de democracia diseñadas por el gran criminal
ruso, es decir, una república satélite del imperio soviético, como quedó
comprobado y demostrado en Europa Oriental. En una palabra: esta mujer luchaba
por un estado totalitario puro para convertirlo en un satélite de la URSS,
contando con la inestimable colaboración del “filosovietista” Juan Negrín.
Los citados
panegiristas y aduladores, pasan de puntillas sobre un “episodio” personal de
Dolores. Indalecio Prieto, a la sazón Ministro de Defensa Nacional, cuenta el
caso en “Cómo y por qué salí del Ministerio de Defensa Nacional:
intrigas de los rusos en España”, Fundación Indalecio Prieto/Editorial
Planeta 1989, 151 páginas.
En 1.936, y
con poco más de 40 años (había nacido el 9 de diciembre de 1.895), “La dama
de negro”, se enamoró ciegamente del comisario comunista Francisco Antón,
mucho más joven que ella. El 21 de octubre de 1.937 Indalecio Prieto publicó un
decreto por el que se le quitaba a Antón el enchufe que tenía como comisario
del Ejército del Centro, para relegarle como comisario de brigada.
Los comunistas
“exigen” a Prieto que haga una excepción con la pareja de La Pasionaria. Prieto
no hace caso y ordena que el “comisario” se incorpore al frente de Teruel. Ni
qué decir tiene que Antón desobedeció la orden, con lo que Prieto le da de baja
en el Comisariado. La Pasionaria se salió con la suya y su amante no fue al
frente. De morir de pie, nada.
Y llega el
momento crucial: la huida. Era el año 1.939.
Como decíamos
en la entrega ( I I ), próximamente haremos un somero comentario sobre el
libro “Dolores Ibarruri, Pasionaria”, Ediciones B, S.A., 2.004, 376
páginas incluido el índice onomástico. La obra presenta, por un lado, los
comentarios que hace Santiago Carrillo sobre Dolores. Por el otro, se presentan
los que hace el politólogo, sociólogo, periodista y marxistólogo Angel Maestro.
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