Continuamos con el tema de la enseñanza y la
educación.
En este tema, abundan normas, reglamentos e incluso
leyes (como la Celáa), creando una urdimbre, un entramado y un bosque
legislativo, en el que incluso la gente con experiencia tiene dificultades para
comprender este tinglado educacional, ya que el desfase entre normas,
reglamentos y leyes, etc, y los hechos, es proverbial.
Pero, claro, oiga, las mentes “privilegiadas” del
poder se creen con toda naturalidad que, porque tales normas, reglamentos y
leyes salgan en el BOE, el asunto ya está resuelto.
Como es obvio, la mejor manera de analizar los
problemas educativos y de enseñanza, es prescindir y arrinconar sus contenidos
ideológicos, asunto este impensable en la actual España, o en lo que queda de
ella. Con este régimen autoritario que tenemos, todo tipo de pluralismo queda
automáticamente prohibido.
Este sistema que tenemos, aplica una política
partidista para imponer y aplicar sus consignas y lemas, importándole un bledo,
dos cominos y tres dídimos, la resolución de los verdaderos problemas sobre la
educación, tratando de exasperarlos con el objetivo de obtener ventajas
electorales.
Por mucho que estos “okupas Monklovicas” nieguen y
digan lo contrario, los padres son los primeros educadores de los hijos por la
sencilla razón de que son suyos, por mucho que diga lo contrario la
Celáa.
Como ya hemos comentado en otra ocasión, en la
Declaración Universal de los Derechos del Hombre, suscrita por todas las naciones
de la ONU, en el artículo 26 se contempla que son los padres los que tienen el
derecho a elegir la educación de sus hijos. Esto nos está diciendo que los
hijos son de los padres, y no del Estado, de la sociedad, de la Historia, de la
Clase, etc ¿Será posible que la Celáa no sepa esto? Pues a lo mejor no, oiga,
ya que la canción de moda dice que los padres no deben ni pueden transmitir
valores a sus hijos. Sobre esto comentaremos algo en la próxima entrega.
Continuará.
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