jueves, 26 de noviembre de 2020

La libertad de enseñanza ( I I I )


 

Continuamos con el tema de la enseñanza y la educación.

Como decíamos en la anterior entrega, la canción de moda dice que los padres no deben ni pueden transmitir valores a sus hijos porque, dicen, es violentar y descerrajar sus conciencias. Los que verdaderamente violentan las conciencias son los “principios” que actualmente se están inculcando en la educación ¿Cómo es posible que se pueda pensar que unos padres al educar a sus hijos lo hagan con violencia, cuando lo que priva es el cariño y el amor?

Es incomprensible que se ataque la transmisión de valores de padres a hijos, y no se diga nada contra la violencia que sufren los alumnos en las aulas por parte de ciertos profesores que utilizan a los muchachos como conejillos de Indias para inculcarles lo “políticamente correcto” diciendo, por ejemplo, que el cristianismo es una carga, o que hay que ir a la liberación “político-sexual”.

Evidentemente, la educación de los hijos no es fácil, sobre todo en estos tiempos. Hay varios factores que intervienen en este tema, tales, como por ejemplo, la propia familia, el profesorado, los amigos y compañeros del colegio, además de los de fuera, los mensajes y recomendaciones que reciben de la sociedad a través de redes sociales, Internet, etc, etc, que pueden ocasionar grandes trastornos en la juventud debido a su inmadurez.

Aprovecharse de dicha inmadurez para cambiar actitudes, conciencias, valores, etc, es poco menos que inhumano pues, entre otras cosas, se ataca la libertad de la que sólo se habla cuando interesa. Pero esto se hace subliminalmente empleando una terminología, una fraseología y una retórica “tecnocráticas”, con lo que el “pueblo soberano” ni se entera.

En la próxima entrega veremos algo sobre la inspiración marxista en la enseñanza.

 Continuará.



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