Así se intitula el libro de José María Zavala, Editorial Plaza&Janés,
2011, Random House Mondadori, S.A., 463 páginas incluido Índice Onomástico.
Como decíamos en la anterior entrega, en ésta veremos las declaraciones del
testigo presencial de su asesinato Joaquín Martínes Arboleya.
Dentro de la tercera parte intitulada “La
muerte”, en la página 375 aparecen unas declaraciones de Joaquín. Dice así:
"José Antonio – añadía el testigo - recibió la descarga en las
piernas, no le tiraron al corazón ni a la cabeza; lo querían primero en el
suelo, revolcándose de dolor. No lo lograron... cayó en silencio, con los ojos
serenamente abiertos. Desde su asombrado dolor miraba a todos sin lanzar
un quejido, pero cuando el miliciano que mandaba el pelotón avanzó lentamente,
pistola amartillada en mano y encañonándolo en la sien izquierda, le ordenó que
gritase ´Viva la República´ recibió por respuesta otro ´Arriba España´... Rodeó
el miliciano el cuerpo del caído y apoyando el cañón de la pistola en la nuca
de la víctima, disparó el tiro de gracia". El miliciano asesino se
llamaba Guillermo Toscano Rodríguez
En la página 319 nos dice al autor que “hubo
empate en el veredicto de máxima culpabilidad para José Antonio, decidiendo el
voto de los comunistas, que terminaron por sumarse a la posición irreductible
de la CNT y la FAI, que decididamente querían que se matase a José Antonio”
La vileza y catadura moral de los comunistas, queda reflejada en casi todo
el libro. Como muestra, nos dice el autor en las páginas 369 y 370, en las que
sale a relucir el “comandante Dosieto
Sánchez Fernández, de profesión albañil, que era uno de los jefes del Batallón
122, brigada 31 de la 3ª División”, el cual presumía de ser uno de los
individuos que “participaron en el
asesinato de José Antonio”, circunstancia esta que no fue cierta como dice
el autor. Los insultos que profería contra José Antonio eran constantes, “llegando a decir que lo único que sentía
era que José Antonio tenía que haber sido matado en el vientre de su madre”.
A un cobarde miliciano se le encontraron unos papeles que había perdido en
su huida al ver que la guerra estaba perdida. Se leía en dichos papeles “repletos de faltas de sintaxis y
ortografía”, en el dorso de una fotografía suya, lo siguiente:
“Saludos al grupo
Pasionaria.
Apreciable camarada, te
hago saber que no tengas inconveniente ninguno en enseñar esta fotografía a los
verdaderos comunistas para que sepan que fue el que le dio el primer tiro a
Primo de Rivera y a cuatro más los cual [sic] que disparé con mucha emoción porq.
[sic] comprendo que eran unos de los estrobos principales y a todas horas del
día estoy dispuesto a quitar del medio cuantos más mejor mis deseos son de que
terminen pronto”.
En la próxima y última entrega, veremos algunas frases pronunciadas por diversos políticos con motivo del asesinato de
José Antonio. Dichas frases figuran en la página 437 y siguientes.
Como siempre decimos, libro muy recomendado para “recuperar la memoria
histórica”.
Continuará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario