sábado, 21 de noviembre de 2020

“La pasión de José Antonio” ( I I )


 

Así se intitula el libro de José María Zavala, Editorial Plaza&Janés, 2011, Random House Mondadori, S.A., 463 páginas incluido Índice Onomástico.

Como decíamos en la anterior entrega, en ésta veremos las declaraciones del testigo presencial de su asesinato Joaquín Martínes Arboleya.

 Dentro de la tercera parte intitulada “La muerte”, en la página 375 aparecen unas declaraciones de Joaquín. Dice así:

 "José Antonio – añadía el testigo - recibió la descarga en las piernas, no le tiraron al corazón ni a la cabeza; lo querían primero en el suelo, revolcándose de dolor. No lo lograron... cayó en silencio, con los ojos serenamente  abiertos. Desde su asombrado dolor miraba a todos sin lanzar un quejido, pero cuando el miliciano que mandaba el pelotón avanzó lentamente, pistola amartillada en mano y encañonándolo en la sien izquierda, le ordenó que gritase ´Viva la República´ recibió por respuesta otro ´Arriba España´... Rodeó el miliciano el cuerpo del caído y apoyando el cañón de la pistola en la nuca de la víctima, disparó el tiro de gracia". El miliciano asesino se llamaba Guillermo Toscano Rodríguez

 En la página 319 nos dice al autor que “hubo empate en el veredicto de máxima culpabilidad para José Antonio, decidiendo el voto de los comunistas, que terminaron por sumarse a la posición irreductible de la CNT y la FAI, que decididamente querían que se matase a José Antonio”

 La vileza y catadura moral de los comunistas, queda reflejada en casi todo el libro. Como muestra, nos dice el autor en las páginas 369 y 370, en las que sale a relucir el “comandante Dosieto Sánchez Fernández, de profesión albañil, que era uno de los jefes del Batallón 122, brigada 31 de la 3ª División”, el cual presumía de ser uno de los individuos que “participaron en el asesinato de José Antonio”, circunstancia esta que no fue cierta como dice el autor. Los insultos que profería contra José Antonio eran constantes, “llegando a decir que lo único que sentía era que José Antonio tenía que haber sido matado en el vientre de su madre”.

 A un cobarde miliciano se le encontraron unos papeles que había perdido en su huida al ver que la guerra estaba perdida. Se leía en dichos papeles “repletos de faltas de sintaxis y ortografía”, en el dorso de una fotografía suya, lo siguiente:

 “Saludos al grupo Pasionaria.

 Apreciable camarada, te hago saber que no tengas inconveniente ninguno en enseñar esta fotografía a los verdaderos comunistas para que sepan que fue el que le dio el primer tiro a Primo de Rivera y a cuatro más los cual [sic] que disparé con mucha emoción porq. [sic] comprendo que eran unos de los estrobos principales y a todas horas del día estoy dispuesto a quitar del medio cuantos más mejor mis deseos son de que terminen pronto”.

 En la próxima y última entrega, veremos algunas frases pronunciadas por  diversos políticos con motivo del asesinato de José Antonio. Dichas frases figuran en la página 437 y siguientes.

 Como siempre decimos, libro muy recomendado para “recuperar la memoria histórica”.

 Continuará.



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