Hacer política es planificar todo lo que sea en
beneficio del bien común. Obviamente, otra cosa es politiquear, o si se quiere,
dedicarse a la política.
Para que los políticos apliquen una política real y
verdadera, deben de tener en cuenta lo siguiente:
1º).- Reconocer la realidad, a no ser que crean en la
memez del monstruoso Lenin “Lo siento por la realidad”.
2).- Respetar las ideas y movimientos políticos que
tengan como objetivo la libertad, y no la bota, el bozal, el grillete, la
zahúrda y el oír, ver y callar.
3).- Transparencia, nitidez, austeridad, rigor y
vigilancia del gasto público.
4).- Eliminación y exclusión de lujos, fastuosidades y
chiringuitos públicos.
5).- Eliminación de formalismos y formulismos inútiles
e inservibles.
6).- Eliminación de influencias y recomendaciones, así
como de enchufismos, que generan parásitos políticos y sociales.
7).- Defensa a ultranza de los derechos de las
personas ante actos y sucesos delictivos y criminales.
8).- Lucha sin cuartel ante cualquier acto o intento
de corrupción pública.
La verdad es que todo esto en España hace tiempo que
desapareció del mapa. Se niega el respeto y la consideración a toda persona que
no piense como “nosotros”, aunque estos “nosotros” defiendan ideologías
foráneas totalmente estereotipadas y trasnochadas, y esa persona es automáticamente
considerada como enemiga, lo que hace que las cosas se compliquen, como estamos
viendo en los momentos actuales.
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