Decía el romano Cornelio Tácito que “cuanto más
corrupto es un pueblo, más leyes necesita”. Sobre este tema, un aforismo
latino dice “In pessima republica plurimae leges”, es decir, “En país
mal gobernado, muchas leyes”. Por otra parte, y como ya saben, hay otra
expresión que dice que el que hizo la ley, hizo la trampa. Es decir, que en
país mal gobernado, muchas trampas. Esto es lo que está pasando en estos
momentos en esta desguazada España, llegando a un caos bien dirigido por la
batuta de ya sabemos quién.
Estos “batuteros”, con sus comisarios políticos, y los
voceros del “bel canto” de lo políticamente correcto, echan la culpa a los
“otros” de todo el desastre actual en el que estamos inmersos, impidiendo esclarecer
los asuntos desde sus raíces, adumbrando los hechos no con pinceles, sino con
brochas. Para esto, y para otras cosas, están los “asesores” de la prensa
mercenaria.
Y así llegamos a donde llegamos: a una política de
salivazos y de lapos que nos están remitiendo a los nefastos años republicanos
en los que, como ahora, se atacan desde el poder todas las instituciones.
En fin, “haz lo que diga, pero no lo que yo haga”.
Mientras no tengamos un armazón legal coherente, lógico, natural y actualizado,
seguiremos en las mismas, es decir, sin resolver los grandes problemas
económicos y sociales en los que esta pandilla nos ha metido.
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