viernes, 27 de noviembre de 2020

Los “podemitas” y el lenguaje


 

Como ya saben, nos gusta “recuperar la memoria histórica, pero la reciente. Vamos a ello.

Como recordarán, a mediados del año 2016 los “podemitas” querían cambiar y sustituir las normas y reglamentos lingüísticos. Hasta ahí “podíamos” llegar. Tales cambios son por motivos ideológicos, ya que dicen que el lenguaje que se usa normalmente es machista.

Como también recordarán, en marzo de ese mismo año, la “formación podemita” propuso “un libro de estilo para la comunicación dentro de la Cámara, que responda a los principios del lenguaje inclusivo”, diciendo que al usar el plural masculino se “invisibiliza a las mujeres. Textualmente decían que “un uso sexista del lenguaje obstaculiza el establecimiento de la igualdad entre hombres y mujeres en la medida en que invisibiliza a las mujeres.”

Donde las mujeres están “invisibilizadas” es en los regímenes comunistas de sus amores y en los países islámicos, en donde jamás alcanzaron la presidencia o la jefatura de un gobierno. No digamos ya nada en el Irán de su mamandurria.

Siguiendo este planteamiento “podemita”, o “podemito”, como las palabras dentistas, malabaristas, periodistas, artistas, equilibristas, etc, terminan en a serán del género femenino. Por tanto habrá que decir dentistos, malabaristos, periodistos, artistos,  para indicar el género masculino sin hacer caso del artículo. Por otra parte, palabras terminadas en a, tales como mapa, sofá,  son del género masculino ¿Habrá que decir mapo, sofó, ? ¿Habrá palabra más femenina que mujer? ¿Habrá que decir “mujera”? Lo mismo pasará con la palabra madre: habrá que decir “madra”.

La palabra habitantes, plural masculino, por ejemplo, es una palabra del género masculino que abarca a ambos sexos. Asimismo, la palabra personas, en este caso plural femenino, es del género femenino que abarca también a ambos sexos. Lo mismo sucede con humanidad.  Pero, claro, siguiendo la lógica “podemita” habrá que decir las habitantas, los personos y el humanidod.

El que estas líneas escribe, hace unos años, y con motivo de la presentación de una página web en un local de un periódico, al hacer la presentación dijimos “Buenas tardes a todos”. Inmediatamente una señora se levantó y dijo “Y a todas”. Le respondimos que al decir “a todos” nos referíamos a “todos” los seres humanos que había en la sala, y que si hubiésemos dicha “Buenas tardes a todas”, y algún señor hubiese dicho “Y a todos”, le hubiésemos dicho que al decir “a todas” era porque nos referíamos a “todas” las personas que allí había. La señora agachó la cabeza y se fue.

En fin, a demagogia, el populismo y la logomaquia de estos sujetos “podemitas” no tienen límites.



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