lunes, 7 de noviembre de 2016

“Paracuellos del Jarama: ¿Carrillo culpable?” ( I )


Así se intitula el libro de Carlos Fernández, Editorial Argos Vergara, S.A., Barcelona 1983, 237 páginas incluido ÍNDICE. Insertamos este comentario por cumplirse hoy el octogésimo aniversario de la masacre de Paracuellos del Jarama, ordenada por Carrillo.

Este libro, con una amplísima bibliografía, está también basado en testimonios de supervivientes de la masacre, algunos de ellos son de rigurosísima exclusividad.

Independientemente de narrar las andanzas de Carrillo en el transcurso de la Guerra Civil Española, el autor hace unas comparaciones con lo escrito por éste en “Mañana España. Santiago Carrillo. Conversaciones con Régis Debray y Maz Gallo”, Colección Ebro 1975, 269 páginas, libro del que ya hemos hecho referencia en varios artículos, y otros escritos por otras personas como es el caso de Modesto, o Enrique Líster, el terror de los anarquistas, correligionarios del propio Carrillo, que dan a conocer las mentiras, distorsiones y falsedades del gijonés.

Y vamos a empezar por un correo electrónico que hace referencia a Carrillo, pero que no dice la fuente. Esta fuente está en la página 226 de este libro. Dice así:

“Ni perdón ni olvido”

“Una de las frases reproducidas al principio de este libro es la colocada al pie del cuadro ‘Los fusilamientos de Paracuellos del Jarama’, sito en el Museo del Ejército de Madrid. Dice: ‘Españoles, perdonad, pero no olvidéis’. La anécdota, triste anécdota, que publicó en febrero de 1978 ‘La Actualidad española’ y reprodujo, con refinado sarcasmo, ‘El Alcázar’ en su número 7 de noviembre de 1982 (aniversario de la matanza y fecha de la dimisión de Carrillo como secretario del PCE), demuestra que sigue habiendo españoles, cada vez menos afortunadamente, que ni perdonan ni olvidan.

He aquí el texto mencionado:

Don Santiago Carrillo, secretario general del PCE, viajaba en un avión en vuelo de Barcelona a Madrid. Cuando faltaban quince minutos para aterrizar, el pasajero dijo a una azafata: ‘¿Sería tan amable de pedirle al comandante que me dejara entrar en la carlinga para ver Madrid desde el cielo?’. La azafata aceptó el encargo y desapareció. Minutos más tarde, por los altavoces, se escuchó el siguiente mensaje: ‘Les habla el comandante. Dentro de breves minutos tomaremos tierra en el aeropuerto de Madrid-Barajas. Mientras tanto, les invito a que observen por la parte derecha del avión el histórico lugar de Paracuellos de Jarama, donde fueron fusiladas durante nuestra guerra civil siete mil personas inocentes. El que les habla es hijo de una de ellas. El que mandaba el pelotón de ejecución es uno de sus compañeros de vuelo, don Santiago Carrillo Solares, sentado en la butaca 27-B”

Nota.- Como habrán leído, el autor nos cuenta que afortunadamente cada vez quedan menos españoles que ni perdonan ni olvidan. Téngase en cuenta que este libro se editó en 1983. Si se hubiese escrito en la época del “zapaterato”, seguro que esto no lo hubiese escrito.

Continuará.



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