Como decíamos en la anterior entrega, en ésta veremos algo sobre los historiadores de este Siglo de Oro.
Dichos historiadores se caracterizaron por su tendencia a imitar a los historiadores latinos y griegos, destacando Antonio Solís y Ribadeneira (1610-1686), cuya obra principal es “Historia de la conquista de Méjico”, describiendo las hazañas más importantes de Hernán Cortés.
Otro historiador importante fue Francisco Manuel de Melo (1618-1666), destacando su obra “Historia de los movimientos, separación y guerra de Cataluña en tiempos de Felipe IV”.
También destacó Francisco de Moncada (1575-1635), mayordomo de la archiduquesa Isabel Clara, gobernador de Milán, embajador en Alemania y y general de los ejércitos de Flandes. Sus obras más importantes fueron “Vida de Boeccio” y “Empresas y victorias alcanzadas por el valor de pocos catalanes y aragoneses contra los imperios turcos y griegos”
En este grupo pueden incluirse también al poeta aragonés Bartolomé Leonardo de Argensola (1562-1631), a Ramón de la Higuera, a Juan Bautista Pérez, a Tomás Tamayo de Vargas y a algunos más. Todos estos se dedicaron a falsificar los “cronicones”, que trajo como consecuencia que saliesen varios autores a defender la verdad histórica, destacando entre éstos José Pellicer y Nicolás Antonio, marqués de Mondéjar, que comenzaron con sus investigaciones la crítica histórica.
En la próxima entrega veremos algo sobre la oratoria en el Siglo de Oro, así como la literatura regional e hispano-americana.
Continuará.
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