Y con esto terminamos con el tema, ya que puede ser algo pesado.
En el sistema comunista no existen los conceptos de
Patria y Nación, aunque algunos de sus líderes, cuando les interesa, dicen
aquello de “Patria o muerte”, o “mi patria es la gente”, no haciendo caso que
la mentada URSS era un conjunto de naciones que tenían costumbres, hábitos,
tradiciones e idiomas distintos. En cuanto al Estado, sí lo había, a pesar de
que Marx dijo aquello de “la abolición del Estado, como metal final”. El Estado
soviético era, como ya saben también, totalitario que imponía sus normas y
dictados sobre un gran territorio.
Obviamente, esto nada tiene que ver con lo que es una
Nación, que es una institución sociológica, por llamarlo de alguna manera, en
la que las personas están unidas por una serie de cosas tales como idioma,
valores, tradiciones, creencias, etc, que les hace sentirse unidas ante un
mismo destino. Este concepto de Nación, a pesar de que el sistema soviético lo
ninguneaba y lo negaba, estaba arraigado en las gentes que componían la URSS, y
cuando llegó el momento, dichas gentes reclamaron su independencia, como así
ocurrió, precisamente porque se consideraban naciones.
Amén de esto, nada se decía de la gran crisis en la
que estaba inmersa dicha URSS. La propaganda del sistema era poco menos que
demencial: se crearía el “hombre nuevo” y el “porvenir radiante de la
Humanidad”. Ni los Breznez, Andropov y Chernenko consiguieron mejorar las
condiciones de un estado totalmente arruinado desde todos los puntos: el
social, el político y sobre todo el económico. Fue Mijail Gorbachov con su
“prestroika” y “glasnot” quien hizo las grandes reformas ¿Se acuerdan?
La “perestroika” fue un mazazo para el sistema
comunista, ya que consistía en sanear la desastrosa economía soviética copiando
la que había en los países occidentales, con promoción y lanzamiento de la
iniciativa privada.
La “glasnot” trajo, entre otras cosas, costumbres
democráticas, tales como la libertad de prensa y la puesta en libertad de
presos políticos, así como el regreso del exilio de las personas que se
opusieron en su día al régimen. Otro asunto importante fue el de la libertad
religiosa.
Tal como estaba la cosa, a punto de derrumbe
definitivo, entre los años 1990 y 1991 lograron su independencia Estonia,
Letonia, Lituania y Georgia, desapareciendo la URSS el día de Navidad de 1991.
A partir de ese momento, el resto de las naciones que la formaban, Azerbayan,
Bielorrusia, Armenia, Moldavia, Kazasjstán, Rusia, Ucrania, etc, crearon lo que
se llamó CEI, Comunidad de Estados Independientes.
Quizá uno de los puntos clave del derrumbe comunista
haya sido la visita que hizo a su Polonia natal el Papa Karol Wojtyla en junio
de 1979 ¿Se acuerdan también? La población de esta nación era, y es,
prácticamente católica, amén de tener en aquellos tiempos unas ganas inmensas
de libertad, ahogada por la bota, el bozal y el grillete soviéticos.
Y para terminar, y como sabrán también, en estos
momentos Vladimir Putin es el actual presidente. Este sujeto ya sabemos cómo se
las gasta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario