domingo, 15 de enero de 2023

La Memoria Democrática de su “Sanchidad” ( X V )


 

Y continuamos con la Memoria Histórica de su “Sanchidad” que, como recordarán, dijo en su día que hoy "honramos muchas vidas anónimas sepultadas bajo una losa de indiferencia imperdonable", llamando a "edificar sobre su recuerdo una memoria democrática compartida". Como sabrán, este sujeto dijo no hace mucho que pasaría a la historia por haber exhumado a Franco guiado por “el legado de luz” del republicanismo. Vamos a seguir viendo “la memoria democrática compartida” y “el legado de luz” republicano.

D. José Manuel Otero Novas, que fue ministro de la Presidencia y de Educación durante el gobierno de Adolfo Suárez, escribió en el diario ABC de fecha 1 de febrero de 1996, página 38, un artículo intitulado “Democracia y libertad”. Decía así:

«La noche del 30 de abril al 1 de mayo de 1976, le pedimos a Felipe González y otros dirigentes socialistas que suprimieran de un libro en ciernes una reivindicación orgullosa de su golpe de Estado de 1934. Les argumentamos que no era un buen comienzo de la democracia defender un ataque violento a las instituciones democráticas. Y se negaron. Salió la reivindicación. Y en 1984, el PSOE ya en el poder celebró en muchos puntos de España el cincuentenario del golpe, después de haber erigido estatuas a Prieto y a Largo Caballero, junto a la de Franco, al pie de los Nuevos Ministerios”.

Los mentados Prieto y Largo Caballero, junto con otros, fueron los máximos responsables de aquella revolución de 1934 que, como ya es sabido, fue un auténtico golpe de Estado que en lo único que estaba basado era en el odio, odio que llevó al asesinato de personas inocentes.

Curiosamente, Largo Caballero era un personaje mal visto y descalificado por los militantes de la C.N.T. que, desde su periódico “Solidaridad Obrera” lo tildaban de “convertirse en un dictador”. Esto se pudo leer en el diario “El Comercio” de fecha 26 de abril de 1936.

Por otra parte, hay que recordar (para eso está la “memoria democrática”, oiga), lo sucedido el 4 de julio de 1934 en una sesión del Congreso de los Diputados, cuando Indalecio Prieto sacó su pistola amenazando al diputado de la CEDA D. Jaime Oriol, sobre el que se habían abalanzado varios diputados socialistas, entre ellos Juan Negrín. Tal situación se había producido al ser insultado D. José María Gil Robles por el diputado socialista Juan Tirado Figueroa: “Es un canalla y un farsante”. El señor Oriol pidió al diputado socialista que retirase esas palabras de insulto, a lo que se negó, comenzando aquí el escándalo.

En cuanto a la revolución de 1934 en Asturias, tema sobre el que ya hemos escrito bastante, comentar que en 1994, diez años después de la celebración del quincuagésimo quinto aniversario de dicha revolución, “El Ayuntamiento de Laviana proclama que los objetivos del 34 permanecen todavía vigentes”. (Portada del periódico “La Nueva España” de fecha 6 de octubre de 1994, jueves, abundando sobre el tema en la página 17). Sin comentarios.

¿Es esto “la memoria democrática compartida” y “el legado de luz” republicano de su “Sanchidad”?

Continuará.



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