martes, 24 de enero de 2023

Así es una sociedad comunista ( y I I )


 Como decíamos en la anterior entrega, en esta última veremos las opiniones del socialista Fernando de los Ríos Urruti y de Daniel Anguiano Mangado, sindicalista social-comunista, sobre lo que vieron en Moscú, asunto este que aparece en el libro “Historia oculta del PCE”, autor Joan Estruch, doctor por la universidad de Barcelona, catedrático de Instituto y especializado en el estudio del movimiento comunista internacional. El libro está editado por Ediciones Temas de Hoy, 2.000, 302 páginas, incluido el Índice Onomástico.

Este es otro libro que derrumba todo el mito comunista en general, y de sus miembros españoles en particular, tales como la Pasionaria y Santiago Carrillo, a la vez que narra la persecución y liquidación de miembros del POUM. Asimismo, también nos cuenta el autor cómo se “purgaba” o asesinaba a cualquier miembro o militante del partido que no siguiese la política del criminal Stalin, contándonos también el sectarismo y el stalinismo del PCE, por mucho que se haya dicho que era, y es, “democrático”.

 

Sobre el viaje que realizaron a Moscú en octubre de 1920 los antes mencionados, se lee lo siguiente en las páginas 44 y 45:

 

“Se instalaron en Moscú en el famoso hotel Lux, destinado a los visitantes extranjeros y se dedicaron a pasear por la ciudad. En su libro Mi viaje a la Rusia sovietista, De los Ríos cuenta que le extrañó que en los cruces de las calles siempre hubiera un guardia rojo con la bayoneta calada, aunque el abundante mercado negro era tolerado por las autoridades. No era infrecuente encontrar por las calles caballos muertos a causa del cansancio y del hambre. Observó con asombro que no se veían ni perros ni gatos por parte alguna, víctimas de la hambruna. De noche, las calles quedaban  a oscuras para economizar energía. La capital de la revolución mundial, poblada de gentes silenciosas, que nunca reían, le produjo una sensación siniestra”.

 

En la página siguiente se lee:

 

“Antes de partir hacia Madrid, los delegados españoles fueron recibidos durante una hora por Lenin en su despacho del Kremlin. De los Ríos lo describe como “un hombre insignificante y frío, de rostro de tipo mongol”. Le preguntó cuándo podría alcanzarse en Rusia un régimen de plena libertad, y Lenin contestó con toda claridad:

 

Nosotros nunca hemos hablado de libertad, sino de dictadura del proletariado; la ejercemos desde el poder en pro del proletariado. ( . . .). El problema para nosotros no es de libertad, pues respecto a ésta siempre preguntamos: ¿libertad para qué?”.

 En fin, a pesar de esto que hemos visto en estas dos entregas, y en otras muchas, aún hay gente que son partidarios de este brutal sistema. La ignorancia y el fanatismo son muy atrevidos.



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