A partir de la próxima entrega vamos a cambiar el
título: será “Historia, no historieta, “Sanchidad” ”.
Como recordarán, en la anterior entrega habíamos visto
cómo Indalecio Prieto, en un gesto de dignidad y de honestidad, se declaró
culpable por su intervención en la Revolución de 1934. A tal efecto, el
filocomunista Largo Caballero, “El Lenin español”, presidente en aquellos
momentos del PSOE, decía sobre Indalecio Prieto lo que aparece en la página 133
del libro que reseñamos:
«Nadie con menos autoridad podía pronunciar
tales palabras.» «¡Él, a quien en la huelga de agosto del 17 le faltó tiempo
para cruzar la frontera dejándonos a los demás en la brecha! ¡Él, que en
diciembre del 30 se apresuró a salir al extranjero, dejándonos a los demás
miembros del Comité revolucionario para que respondiéramos de lo hecho por
todos! ¡Él, que habiendo aprobado quedarse en Madrid para el caso en que fuera
necesario reunirse, sin decir nada ni consultar con nadie, en octubre del 34 se
escapa a Francia dejándonos a los demás en las astas del toro! ¡Él censuraba a
los que estábamos bajo la amenaza de sufrir penas gravísimas!... Era el máximo
de la frescura.» ( I )
Por otra parte, vean la imagen. Fíjense lo que dice
este sujeto en el periódico “La Prensa”, “El único diario español e hispano
americano de Nueva York con circulación certificada por el A.B.C.”, Nueva York,
viernes 21 de febrero de 1936:
“Habrá soviet en España en cuanto caiga
Azaña”. “El socialismo exige ahora una dictadura proletaria”. “Largo Caballero
asaltará el poder en cuanto esté dispuesto . . .”
( I ) .- “Mis
recuerdos. Cartas a un amigo”, autor Francisco Largo Caballero, Segunda
Edición, Ediciones Unidas, Méjico 1976, 356 páginas.
¿Es esto, junto con la imagen que insertamos, “la
memoria democrática compartida” y “el legado de
luz” republicano de su “Sanchidad”?
Continuará.
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