El título
completo del libro es “Los mitos de la nueva izquierda. Las profecías
incumplidas de la antiglobalización”, escrito por el periodista italiano Rodolfo
Casadei, Ediciones Encuentro, 2.005, 172 páginas, traducido por Lázaro Sanz, y
prologado nada más y nada menos que por César Vidal. El libro consta de X
Capítulos, páginas 17 a 164; “Prólogo a la Edición Española”, páginas 9 a 12; “Prólogo
a la Edición Italiana. El deber de la realidad”, páginas 13 a 18; “Siglas”, páginas
19 y 20; “Introducción”, páginas 21 a 26, y “Epílogo”, páginas 165 a 172.
El autor, con abundantes datos y argumentos, nos muestra los graves errores que sigue manteniendo la izquierda reaccionaria en los más variados temas que se expresa en la hostilidad al cristianismo, a la globalización, al libre comercio y a las multinacionales. Además, desde su soberbia totalitaria apoyan a regímenes despóticos de carácter marxista y populista, o a grupos terroristas como Hamás, que mantienen en la miseria a los pueblos.
Por supuesto
que toda acción humana tiene fallos, pero de lo que se trata es de cambiarlos,
no de derribar los factores extraordinariamente positivos que los valores y
principios cristianos y liberales han tenido en los sitios a los que ha
llegado.
En las páginas
10 y 11, dentro del “Prólogo a la Edición Española”, se lee lo siguiente:
“ . . . Y
es que el islam ha pasado a ser uno de los ingredientes más acariciados por la
nueva ideología de la izquierda. Como afirmaría en Televisión Santiago
Carrillo, antiguo secretario general del PCE, el islam era una fuerza de progreso que estaba aliada con
la izquierda en los nuevos caminos del comunismo. Causó la estupefacción de sus contertulios en el programa
televisivo, pero no se le puede negar a Carrillo la experiencia, una experiencia
que va del stalinismo de los años treinta, cuarenta y cincuenta, a su liquidación
de los elementos más lúcidos del PCE en los setenta, pasando por un papel
verdaderamente pavoroso en la represión chequista durante la guerra civil española.
El socialismo había perdido la batalla, pero contaba con ganar la guerra – otra
guerra mundial – poyándose en una religión no especialmente caracterizada por
sus aportes al progreso del género humano. Vivir para ver”.
En la página
95, dentro del Capítulo VI intitulado “Las razones de la primacía de
Occidente”, se lee:
“Occidente
ha dado lugar a la mayor civilización de la historia, y ésta se está
extendiendo al resto del mundo a través de la globalización, porque ha sabido afirmar
y promover de manera más coherente que las demás, tres realidades
fundamentales: la razón, la persona y la historia”.
Y terminamos
con lo que nos dice el genial César Vidal en la página 11 del “Prólogo a la
Edición Española”:
“Eso es lo
que debería ver Europa y especialmente los que creen de corazón en la necesidad
de ayudar a los pobres de la Tierra. También es de lo que no se entera gracias
a la dictadura de lo políticamente correcto y a la necedad prolongada – aunque no
desinteresada - de las izquierdas”.
En fin,
recomendamos leer este magnífico libro.
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