viernes, 4 de enero de 2019

“Más allá de Darwin” ( I )



El título completo de este libro es “Más allá de Darwin. Crítica al evolucionismo”, autores Giuseppe Sermonti y Roberto Fondi, Ediciones UNSTA, Argentina, 1984, 290 páginas incluido Índice.

Hemos escrito varias veces sobre Charles Darwin: “Charles Darwin: in memoriam”, entregas ( I ), ( I I ), ( I I I ) y ( I V ); comentario sobre el libro “El origen de las especies”, y “Darwinismo, fascismo, comunismo y democracia”, insertado hoy. Y continuamos.
Los autores de este libro son un genetista el primero, y un paleontólogo el segundo, que llegan a la conclusión de que “la evolución biológica no es otra cosa que un mito”, frase que figura en la contraportada del libro.
Como ya hemos comentado varias veces, la teoría darwiniana, que algunos consideran como un dogma, sobre todo los marxistas, está de capa caída porque está siendo desmontada y desacreditada por la misma ciencia, aunque esto no es óbice, ni valladar ni cortapisa para que los “evolucionistas”, que se consideran a sí mismos como “científicos”, sigan de forma cerril y fanática el manual ideológico, apartándose de todo razonamiento y empirismo.
El libro comienza con un párrafo de George Bernard Shaw:
“Jamás en la historia, al menos por lo que sabemos, ha existido una tentativa tan determinada, tan ricamente subvencionada y políticamente organizada, para persuadir al género humano de que todo el progreso, toda la prosperidad, toda la salvación individual y social, depende de un indiscriminado conflicto por el alimento y el dinero, de la supresión y eliminación del débil por parte del fuerte, del libre comercio, del libre contrato, de la libre competencia, de la libertad natural, de laisser-faire: en síntesis, de abatir impunemente a nuestro prójimo”.
La teoría darwiniana, viciada por motivos y prejuicios ideológicos, que no ha sido demostrada ni comprobada empíricamente, sigue teniendo adictos adeptos que, de forma sospecha e injustificada, aún creen en ella. Llegan a decir de forma gratuita e ignorante, que no solamente está demostrada la teoría de la evolución, sino también los mecanismos y las leyes que la producen y la rigen.
Estos “evolucionistas” ignoran que Darwin a su vez ignoraba la existencia del ADN, misteriosa base de la vida, ignorando también, obviamente, la existencia de los genes, con lo que su teoría automáticamente se derrumba.
En la página 2 se lee un comentario de Albert Einstein:
“La teoría de Darwin sobre la lucha por la existencia y sobre la selección conectada a aquélla,  ha sido asumida por muchos como una autorización a incentivar el espíritu de competición. Algunos inclusive, han intentado de este modo probar en forma pseudo-científica la necesidad de una lucha económica destructiva en la competencia entre individuos . . . El mundo actual parece más un campo de batalla que una orquesta. Por todas partes tanto en la vida económica como en aquélla política, el principio-guía es aquél de la lucha despiadada por el éxito, aun dañando a los propios semejantes”.
Continuará.


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