jueves, 3 de enero de 2019

Cuba: miseria, dictadura y “paraíso” ( I I I )



Como ya saben, después de la muerte del sátrapa Fidel Castro, hay gente que dice y cree que en Cuba está habiendo muchos cambios. Nosotros proponemos desde este modesto blog que estos del “cambio” se enteren de algunas cosas y visiten ciertos sitios.

Que se fijen que, dentro de la sociedad cubana, existen grupos de privilegiados, siendo tres los más destacados. En primer lugar, los “comandantes” y miembros de nivel superior del Partido Comunista. En segundo lugar, están “los oficiales de las fuerzas armadas hasta el grado de capitán”. Y en tercer lugar están los “administradores”. Aparte de estos tres grupos hay otros que, sin tener los privilegios de los anteriores, tienen un modus vivendi muy superior al pueblo. Son los “miembros de la seguridad del Estado”, los dirigentes de organizaciones de masas, los extranjeros y las figuras del deporte. En otra escala muy inferior a la de todas estas personas, están los ciudadanos que, por cualquier circunstancia, tienen acceso al dólar, bien porque se los envíen sus familiares desde Miami, o bien por “prestar algún servicio” a los turistas en la isla. Que se fijen también en las urbanizaciones residenciales (“repartos”) de  Miramar, Nuevo Biltmore, Kohly, Nuevo Vedado, Santaya, Siboney, Barlovento, etc. Verán que aquí la élite castrista disfruta de todo tipo de privilegios, incluso yate.

Que se fijen también que hasta en los servicios sanitarios hay privilegios. Como ya se sabe, el Estado tiene el total y absoluto control sobre la medicina. No existe medicina privada. La clínica Cira García (antigua clínica Miramar), está actualmente reservada para extranjeros y para la élite castrista, lo mismo que una planta del Hospital Naval de La Habana Este. También en los “repartos” Kohly y Siboney hay clínicas para la alta dirigencia.

Que se enteren también que el gobierno de “Manguito” emplea todo tipo de coacciones, ya sean morales o físicas, para imponer el ideal comunista, atentando gravemente contra la libertad de las personas. Para que el pueblo no exprese sus quejas, el gobierno ejerce un descomunal control tanto ideológico como militar. Hay un “comité de defensa de la revolución” en casi todas las “cuadras”: se sabe quién trabaja y quién no, quien saca dólares a los turistas, quién vota, quién recibe visitas de otros sitios, etc. Dicho comité es el principal informador de la Policía Nacional Revolucionaria y del Ministerio del Interior. Aquí se cumple a la perfección el viejo sueño de Stalin de hacer de cada ciudadano un policía.

Que se enteren también estas personas del “cambio”, que allí el servicio militar es obligatorio y que se reprime y se toman represalias contra todo aquel que no quiera hacerlo. Allí no hay insumisos que valgan. Que visiten el muelle de Paula, en donde verá a niñas prostituirse porque no les queda más remedio que “pujilatear” el dólar.

Que visiten también estos del “cambio” a los opositores clandestinos. Pero no lo harán porque habrán regresado a España si saber que han sido escoltadas, cuidadas, agasajadas, cebadas, celebradas, embaucadas, burladas, engañadas, cegadas, fascinadas, halagadas y engatusadas.

Que se enteren de lo que son los “actos de repudio”, lo mismo que son los Destacamentos Populares de Respuesta Rápida. Que pregunten a los Brothers Castro por qué no hay huelgas, ni sindicatos, ni partidos políticos, y otras muchas cosas más.
Que pregunten cómo es posible que en una “democracia” vote el 98,9 % y que el 100 % de los que votan lo hagan de forma unánime.

Que lean el artículo 54 de la Constitución cubana para que vean lo que es una gran mentira. Que no sean tan tontas como para creerse lo del “bloqueo”, cuando en realidad es un embargo. Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, bloqueo es “realizar una operación militar o naval consistente en cortar las comunicaciones de una plaza, de un puerto, de un territorio o de un ejército”. El embargo lo define como “prohibición del comercio y transporte de armas u otros efectos útiles para la guerra, decretado por un gobierno”. Las diferencias entre ambos conceptos son obvias.

Lo que realmente sufre Cuba es un embargo por parte de EE.UU. Esto quiere decir que el régimen no puede comprar ningún producto a los americanos, pero sí puede hacerlo en el resto del mundo. Sólo tiene que disponer de las divisas suficientes o acogerse a créditos de los países que estén interesados en vender algo a Cuba. Pero el problema es que el gobierno de la isla no tiene divisas y los países no se fían.

Que se enteren asimismo estos “cambistas” de cómo funciona la medicina en Cuba, y verán que hay tres sistemas sanitarios: el que disfruta la “nomenklatura” del partido (algunos vienen a Europa a someterse a simples operaciones quirúrgicas), el que atiende a los turistas con dólares (“la moneda enemiga”) y el que sufre el pueblo llano.

El sistema no es público, porque el pueblo sólo tiene acceso a una parte del citado sistema. Tampoco es gratuito porque desde 1.962, el trabajador cubano es gravado con un impuesto que se destinaba a la salubridad y a las medicinas, que hoy prácticamente no existen y que siempre se han cobrado.

Que se informen de cómo funcionaban las Sociedades Mutualistas “La Quinta Covadonga”, el “Sanatorio Hijas de Galicia”, la “Quinta Canaria”, “La Benéfica”, antes de la revolución castrista.

Que se informen bien de lo del “lupanar de EE.UU.”, como se decía antes de la llegada del sátrapa Castro. Que lean las declaraciones de Gloria Echevarría, miembro de la Junta de Gobierno de la Sociedad Internacional del SIDA: Cuba es “una bomba de relojería” al detectarse casi todos los subtipos del virus VIH. Científicos que han participado en Bangkok en la XV Conferencia Internacional del SIDA, han explicado que “las cepas de VIH procedentes de Africa guardan relación con el despliegue de tropas cubanas en Angola”. Recordemos que la dictadura castrista ha convertido a Cuba en el paraíso del turismo sexual mundial.

Estos “cambistas”, que suponemos que serán ecologistas como manda el manual, que se fijen o que se enteren de los desmanes ecológicos cometidos en Cuba y verán que han desaparecido muchas plantas autóctonas de aquel bello país, lo mismo que han desparecido bosques que había en las sierras de Escambray, Maestra, Rosario, Sagua-Baracoa, etc. Que se enteren de la Ley 81 de Medio Ambiente que autoriza las licencias para el “cultivo” y “cosecha” de hoteles que sólo pueden disfrutar los extranjeros. Y que se enteren también, que por culpa de estos desmanes ecológicos están a punto de extinguirse el almiquí, el manatí, la fermina, el gavilán, la tortuga Carey, la mariposa de alas transparentes, o los árboles como la acacia, la magnolia. También los arrecifes de coral han pagado su tributo. Que se den una vuelta por los ríos y verán como pequeños tiburones y barracudas que hacían excursiones río arriba, tampoco existen ahora. Que se den una vuelta también por la Bahía de Cárdenas para ver cómo han desaparecido miles y miles de millones de diminutos peces fosforescentes que emitían una luz, dando un espectáculo extraordinario. La desaparición de estos peces fue motivada porque dicha Bahía se convirtió en el fregadero de los buques soviéticos que transportaban el petróleo a Cuba, cuando esta estaba subsidiada por la destartalada URSS.

Que pregunten también a los trabajadores cubanos por qué tienen salarios de miseria y por qué cobran en pesos cubanos. 


Que se fijen en las casas donde vive el pueblo, y no en los hoteles para turistas.

Y que se interesen por la cultura, pero no por la propaganda del régimen, que hace que los artistas, escritores, intelectuales, etc están llenos de prejuicios ideológicos y de temores y tengan que pertenecer a la UNEAC (Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba), sino por lo que dicen multitud de escritores, artistas, músicos, literatos, profesionales de la danza, etc., que quieren expresarse libremente y no pueden porque cualquier tipo de iniciativa privada es abolido automáticamente. Que pregunten a los responsables del régimen por qué obras y escritos de  Groucho Marx, Carl Sagan, Stephen King, John Steinbeck,  así como también como personajes de Walt Disney, o el mismo Tarzán y Superman, etc., no se permiten en Cuba.

Que pregunten por las “mesas combatientes” y que les digan para qué sirven. Y que pregunten también por qué no se deja a la gente acceder a Internet.

Que pregunten por la niña Elizabeth Manero Sixto, y no por Elián.

Que se informen por qué no existe presunción de inocencia en los códigos.

Que pregunten, asimismo, por los “chotas”, por los “guatacas”, por “las avispas negras” del régimen, por los “mayimbes” y los “pinchos” Que les expliquen también qué es eso de la “dieta voluntaria”, así como qué es la MTT (Milicias de Tropas Territoriales). Que pregunten también por qué existen “balseros”
Que se den una vuelta por los siguiente sitios de la capital: la Habana del Cerro, de Santos Suárez, de la Víbora, de Luyanó y Lawton, de Centro Habana, Habana Vieja, etc, y verán una Habana en ruinas, sucia y maloliente, con basura acumulada por todos los sitios; se verán cientos de perros sarnosos vagando por las calles; se verán policías vigilando todas “las cuadras”; se verán colas larguísimas de personas angustiadas para conseguir algún alimento; se verán “jineteras”; se verá hacinamiento de la población sin apenas luz y agua.

Que se informen qué es lo que ocurrió en julio de 1.994 con el remolcador cubano “13 de Marzo”, así como lo ocurrido en  “La masacre del Canímar”, río de la provincia de Matanzas.

Si son debida y verdaderamente informados, verán que en Cuba es mentira que haya habido ningún cambio.

Recomendamos leer los comentarios insertados en este blog sobre los libros “Carta a Fidel Castro”, “Che Guevara”, “Conexión Habana”, “Dulces guerreros cubanos”, “El furor y el delirio”, “El legado de Fidel Castro” y “La vida oculta de Fidel Castro”.
Pinchen en el siguiente enlace de youtube, y verán la demagogia, las mentiras y el populismo de este sátrapa, con motivo del derrumbe de la URSS, que era la que amamantaba al régimen castrista.


Continuará.



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