sábado, 28 de septiembre de 2024

Para los maquinistas del fango y del légamo.


 El social-comunismo, por mucho que digan sus seguidores fanáticos, sectarios, ciegos, idólatras, etc, no funcionó, ni funciona, en ninguna parte. Vamos a ver un decálogo que lo demuestra.

1º).-  La ideología social-comunista es dogmática, intransigente, inservible, obsoleta, supersticiosa, generadora de miseria, con una visión entre nebulosa, turbia y polvorienta de la historia, de la sociedad, de la política, de la economía, negadora de todo tipo de libertades, etc..

 2º).- Ha empleado, y emplea, la dialéctica de la mentira y la técnica del golpe de estado desde San Petersburgo, en octubre de 1.917, hasta Camboya, pasando por China, Europa del Este, Cuba, etc, etc.

 3º).- Ha perseguido, asediado, amenazado, intimidado, provocado, criminalizado y exterminado a las personas, a las fuerzas sociales y políticas que no se sometieron a sus presupuestos ideológicos, es decir, lo que dictaba el dogma, la fe y el partido.

 4º).- Ha desarrollado una labor subversiva llevada a cabo por autocalificados intelectuales que se han propuesto, durante el siglo XX y lo que va del XXI, “emancipar” a la Humanidad, conforme a su particular criterio revolucionario, de toda tradición y religión, especialmente la cristiana. De otras no dicen ni mu.

 5º).- Aprovechándose de la libertad que existe en muchas naciones, procura censurar y acallar todo disidente de “lo políticamente correcto” o lo “intensamente contemporáneo”.

 6º).- Bajo la bandera de la democracia, le gustaría imponer la dictadura más terrible que jamás haya existido.

 7º).- En las naciones antes mencionadas, ha tenido la oportunidad de hacer algo positivo. Pero no: se ha limitado a organizar su “defensa”, es decir, instaurar la represión, la censura, los gulags, etc, como si con tal política  se desarrollasen “las fuerzas productivas”, “las fuerzas creativas”, el “hombre nuevo”, “la nueva civilización que olvide y entierre la creencia antigua” y “el porvenir radiante de la Humanidad”.

 8º).- Bajo el supuesto rigor científico de su esquema económico y su pretensión de necesidad histórica, ha engañado a millones de seres con esperanza de una mejor vida.

 9).- En vez de narrar los acontecimientos históricos tal como sucedieron, ha creado un tráfico de mentiras, crímenes y ocultamientos.

 10º).- Y, por fin, “la causa” que impulsó y que costó la vida a millones de seres humanos, ha sufrido una derrota histórica de la mayor envergadura, derrumbándose porque no tuvo en cuenta que el hombre tiene derechos naturales y anteriores al Estado y que la persona es un fin en sí misma y no un instrumento más en la maquinaria del mismo, lo que llevó a la supresión de los cuatro pilares sobre los que se sostiene una sociedad normalmente constituida: la persona, la familia, la propiedad y la religión.

 Apoyar este sistema, amén de no criticar nada de lo visto, sí que es fangoso y legamoso.



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