Como
ya saben, estamos insertando palabras que, al trastocar sus letras, salen otras
con otros significados. Como ya dijimos en anteriores entregas, vamos a ver
otras cosas de la riqueza de nuestro idioma, tales como →significado de
prefijos, oxímoron, calambur, palabras que cambian de significado al sustituir
una letra por otra, onomatopeya, etc, etc.
El
prefijo, como ya saben también, es el que se antepone a la raíz de una palabra
para indicarnos algo sobre ella. Vamos a poner unos ejemplos de palabras que
empiecen con el prefijo “a”, no preposición, y “anti”, prefijos que quieren
decir privación, negación o ausencia de algo. Ejemplos: asimétrico → que no
tiene simetría; ateísmo → que no cree en Dios; antiamericano→ que se opone a
todo lo que suene a los Estados Unidos; anticatólico → que se opone a la
doctrina católica.
El
oxímoron es una figura gramatical que usa dos palabras de sentido contrario en
una oración, dando lugar a otra de nuevo sentido. Ejemplos: de todo un poco;
debilidad arrasadora.
El
calambur es un juego de palabras que cambia completamente el sentido y
significado de una oración, cuando se alteran, se unen o se separan algunas de
sus palabras o letras. Esto sucede en el diálogo, no en la escritura. Ejemplos:
Armando Esteban Quito → armando este banquito; Échate → echa té.
Ahora
vamos a ver algunas palabras que cambian de significado al sustituir una letra
por otra. Ejemplos: Pedro → perro → poder; Gómez → pómez; roto → rojo; bulo →
zulo; fango → rango → tango → mango; dimisión → división.
Ahora
veremos palabras que cambian de sentido al trastocar sus letras. Ejemplos: China
→ hinca; Croacia → arcaico; Florencia → necrófila; Tarragona → agarrotan.
Ahora
veremos alguna onomatopeya que, como ya saben también, es una imitación a
través de ciertos sonidos lingüísticos con el objeto de imitar el sonido que
queremos transmitir. Ejemplos: “gluglú” → burbujas dentro del agua; “puf” →
algo que se cae o que choca con algo; “piiiii” → algo que silba
¡Y
pensar que hay por ahí sujetos, sujetas y “sujetes” que quieren que no se use
nuestro rico idioma! ¿Por qué “celaá”?
Continuará.
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