Según el Diccionario de
la RAE, impostor es aquella persona “que finge o engaña con apariencia
de verdad”, o también “suplantador, persona que se hace pasar por
quien no es”.
Dicho esto, un impostor puede ser un sujeto, o una “sujeta”, o un “sujete”, que
dice que va a conseguir todo el bien habido y por haber. Su actitud siempre
será egoísta porque quiere conservar el poder a toda costa, ya sea con engaños,
mentiras, embelecos, falsedades, farsas, populismo, demagogia, logomaquia, o
usando cualquier tipo de maniobra.
Otra característica del
impostor, impostora, o “impostore”, es la utilización a bombo y platillo de la
propaganda, propaganda que no tiene otro objetivo que ocultar la realidad. Para
esto, usa y utiliza todo tipo de máscaras: desde la de bondad, pasando por la
de la tolerancia, hasta llegar a la del talante, y si nos apuramos un poco, hasta
la de la magia
Y, para terminar, el
impostor siempre echa la culpa de su desastrosa labor a los demás. Ya saben:
“máquina del fango”, “fachosfera”, “bulos” y demás monsergas de siempre.
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