Como ya saben, las cuatro operaciones elementales de
la Aritmética son: sumar, restar, multiplicar y dividir. Pero resulta que ahora
hay otro “Sumar” que no es aritmético, sino político. Que se lo pregunten a la
comunista Sor Yolanda.
Este nuevo “Sumar” es un cuento de hadas, de cantos de
sirena y demás, con sentimientos de carácter nostálgico y revanchista que persigue,
entre otras cosas, imponer un enfoque social que solamente existe en su
imaginación, como es el hinchazón del Estado con todas sus tentáculos voraces e
insaciables, que terminarán con cualquier tipo de riqueza, amén de terminar con
el respeto y la libertad, creando un sistema de bota, bozal, grillete, ver, oír
y callar. Nihil novum sub sole.
Como está sobradamente demostrado con el paso del
tiempo, tras el derrumbe de la URSS, el comunismo ha cambiado sus formas y
estilos, pero no sus intenciones, propósitos y objetivos, basándose en el
populismo, en la demagogia, en la logomaquia y en la ignorancia del “pueblo soberano”.
Todo esto conduce a la falsa información, a la
mentira, al engaño, a la maldición del contrario y sobre todo, al
enfrentamiento y conflagración civil. Este tipo de tácticas y maniobras han
sido admitidas por los políticos, políticas y “polítiques” izquierdistas
porque, entre otras cosas, son muy beneficiosas en tiempos de votaciones como
los de ahora, en los que se pone, por ejemplo, a los empresarios y a los “otros”
a bajar de un burro.
Como siempre, esta banda izquierdista habla de
democracia y libertad, cuando en el fondo defiende al Estado como el único
conductor de la sociedad, amén de ser el que tome las decisiones sobre todos los
asuntos, siendo el más perjudicial el de establecer los precios de todas las
cosas. El Estado será el que ordene lo que se debe de consumir, lo que hay que
comprar, lo que se debe gastar, diciendo
también cómo hay que vivir, dónde y cuándo puedes viajar, y sobre todo qué es
lo que hay que leer y qué “mass-media” se deben de ver y escuchar.
En fin, se podrían “sumar” más cosas. Conviene
recordar que personas históricas del PSOE han pedido la dimisión de “Su
Sanchidad” al considerar que “convocar el 23-J es un fraude”.
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