Comentábamos en el artículo anterior, que en éste veríamos
algo sobre la incautación y usurpación de los “mass-media” de todo tipo, asunto
este que en los tiempos actuales se ve perfectamente.
Sobre este tema ya hemos escrito varias veces en este
blog. El promotor fue el italiano Antonio Gramsci, aunque también Marx, Engels
y Lenin ya habían comentado algo sobre el asunto en sus tiempos. De Gramsci ya
hemos comentado algo con fechas 23 de setiembre y 4 de octubre de 2.016, y 24
de julio de 2.019.
Lo que se persigue es el adoctrinamiento del pueblo a
través de los “mass-media” de todo tipo, ya sean escritos, audiovisuales o a
través de las “enredes sociales” llegando a la situación de que las masas
consideren lo que dicen dichos “mass-media” como el último dictamen,
considerándolo como verdadero. Lo dijo Blas, punto redondo. Aquí no hay lectura
que valga, ni confrontación de opiniones ni de hechos.
Estos “mas-media”, en vez de informar de manera
cierta, precisa, exacta, oportuna y pertinente, sólo exponen lo que se le ordena
desde arriba, es decir, desde el partido. Los acontecimientos verdaderos y
reales se silencian, convirtiéndose en guardianes y custodios de la mentira, del
engaño, del odio, del cinismo, de la demagogia y el populismo.
Lo peor del asunto es que este tipo de “mass-media”
está infiltrándose en las sociedades occidentales. Lo estamos viendo en estos momentos
en España, con una degeneración moral terrible, amén de ausencia de valores
éticos. Lo que se propaga y se extiende es lo que decíamos antes: mentiras,
engaños, embelecos, odios, enfrentamientos, resentimientos, etc, etc.
Si no atajamos todo esto a tiempo, llegaremos a
situaciones desagradables y complicadas.
En la próxima y última entrega veremos algo sobre las
promesas del comunismo para embaucar el “pueblo soberano”.
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