Y continuamos con la Memoria Histórica de su
“Sanchidad” que, como recordarán, dijo en su día que hoy "honramos
muchas vidas anónimas sepultadas bajo una losa de indiferencia
imperdonable", llamando a "edificar sobre su
recuerdo una memoria democrática compartida". Como sabrán, este sujeto
dijo no hace mucho que pasaría a la historia por haber exhumado a Franco guiado
por “el legado de luz” del republicanismo. Vamos a seguir viendo “la
memoria democrática compartida” y “el legado de luz” republicano.
Como ya saben, el denominador común de socialistas,
anarquistas y comunistas es el odio a la religión, concretamente a la
cristiana. De otras no dicen nada.
En “La Batalla”, periódico del POUM, dirigido por
Julián Gómez García-Rivera, alias “Gorkin”, aparecían todo tipo de mentiras y
bulos contra las autoridades de la República, apareciendo también ataques
contra la iglesia. Así, en el citado periódico “La Batalla” de fecha 19 de
agosto de 1936, aparecía lo siguiente:
«No se
trata de incendiar iglesias y de ejecutar a los eclesiásticos, sino de destruir
a la Iglesia como institución social».
En el
Boletín Informativo de la FAI-CNT de fecha 20 de agosto de 1936, se leía:
“Los
templos han sido pastos de las llamas, y los cuerpos eclesiásticos que no han
podido escapar, el pueblo ha dado cuenta de ellos”.
En esa
misma fecha se leía en “Solidaridad Obrera”, también periódico anarquista:
“Hemos
encendido la antorcha, aplicando el fuego para purificar todos los monumentos
que desde siglos proyectaban su nombre por todos los ámbitos de España, las
iglesias, y hemos recorrido las campiñas purificándolas de la peste religiosa”
En otro artículo de este periódico, de fecha 18 de
octubre de 1936 intitulado “Sangre y fuego”, se leía:
“Siempre,
en todos los tiempos y en todas las épocas, los crímenes horrendos han tenido
por mudo testigo la fatídica cruz . . . No resta en pie ni una sola iglesia en
Barcelona y es de suponer que no se restaurarán, que la piqueta demolerá lo que
el pueblo comenzó a purificar. Pero, ¿y los pueblos? . . . No sólo hay que
dejar en pie a ningún escarabajo ensotanado, sino que debemos arrancar de cuajo
todo germen incubado por ellos, hay que destruir son titubeos a sangre y fuego”
En el libro “La
guerra de España. El Frente Popular abrió las puertas a Franco”, Editorial
Fontamara S.A., 1978, 173 páginas,
escrito por M. Casanova, se lee en la página 36:
“Mis
camaradas de las Juventudes Libertarias sabían por qué se batían. Odiaban la
vieja España desde el fondo de su corazón inflamado. Odiaban a los burgueses,
pero sobre todo a la Iglesia y a los oscuras . . .”
Nota.- Conviene recordar que M. Casanova era el
pseudónimo del comunista-trotskysta polaco Mieczyslaw Bortenstein, que vino a
España en el verano d 1936. Fue colaborador de “La voz leninista”, que a la
sazón era el periódico del bolchevismo-leninismo de la España de aquel
entonces.
¿Es esto “la memoria
democrática compartida” y “el legado de luz” republicano
de su “Sanchidad”?
Continuará.
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