jueves, 28 de mayo de 2020

Marxismo contra cristianismo ( I )



Como ya saben, el marxismo emplea toda clase de trucos para engañar y mentir. Esto lo hace de manera especial en el tema de la religión. Recuperemos un poco la “memoria histórica”.

Uno de los personajes más vituperados y difamados por el marxismo, ha sido Eugenio Paccelli, el Papa Pío XII. Como recordarán, el criminal Stalin preguntó a Pierre Laval, ministro francés de Asuntos exteriores en 1935: “¿Cuántas divisiones tiene el Papa?” En aquel año el Papa era Pío XI. Tal pregunta tenía por objeto, aparte de la ironía brutal del dictador soviético, acallar la petición del ministro francés para que se dejase de perseguir y asesinar a los católicos en la URSS. (Como cosa curiosa, recordemos que esta frase hay quien dice que la pronunció este asesino en la Conferencia de Yalta en 1945, y que iba dirigida a Winston Churchill. Falso).

Eugenio María Giuseppe Giovanni Pacelli, nació en Roma el 2 de marzo de 1876 y murió en Castelgandolfo el 9 de octubre de 1958. Fue elegido Papa el 2 de marzo de 1939, cargo que desempeñó hasta su muerte.

Era un hombre de su época, ya que instaló en el Vaticano una estación de radio y una central eléctrica. Autorizó la misa por la tarde con el objeto de que asistiesen el mayor número de trabajadores posible.

Fue uno de los Papas más visitados. En un año recibió personalmente a casi medio millón de personas, y en el Año Santo de 1950, en sus grandes audiencias en masa, le visitaron tres millones de personas.

Hablaba correctamente italiano, inglés, español, francés, alemán y portugués. Poseía una gran memoria. Concedía una gran atención a cada interlocutor que lo visitaba. Muchas personas se mostraban visiblemente emocionadas ante su presencia. Personalmente hemos conocido una que nada más verle cayó de rodillas ante él.

En 1917, Eugenio Pacelli fue enviado a Alemania, concretamente a Munich, con el cargo de Nuncio. La tarea que se le había encomendado era difícil: influir en el ánimo del Káiser para una negociación de paz.

Estando en esta ciudad, una masa de comunistas ametralló la sede de la Nunciatura , penetrando en el edificio. Pacelli les hizo frente: “No es juicioso matar a un diplomático”. Ante estas palabras, la turba abandonó el edificio.

Con 79 años de edad, trabajaba 18 horas diarias. Se levantaba a las 6h. Tenía un jilguero,”Gretel”, que le acompañaba casi constantemente. Incluso el pajarito se le ponía en el brazo.

Los discursos y homilías las escribía él mismo de su puño y letra. Utilizaba el teléfono constantemente.

Como decíamos al principio, Pío XII fue vituperado y difamado por los comunistas. Esto lo veremos en la próxima entrega.

Continuará.



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