Temerarios, imprudentes, atrevidos, osados e ineptos

Así son esta pandilla que tenemos en el desgobierno. Su actuación ante la pandemia del coronavirus, así lo demuestra. Las improvisaciones, arbitrariedades, cambios de criterio, de opiniones y de socios, están a la orden del día. Que se lo pregunten a los 230.000 contagiados, y de éstos, a los más de 50.000 sanitarios también contagiados que no tuvieron en su día la mínima protección, y sin embargo arriesgaron, y arriesgan, sus vidas diariamente. Con dictar normas, reglamentos, ordenanzas, etc, muchas de ellas restringiendo y coartando derechos fundamentales, está todo arreglado, oiga. Dicha pandilla protesta contra las caceroladas que hay en España pidiendo su dimisión. Así son de demócratas y valedores de la “libertad”.

Por otra parte, la ineptitud es también proverbial. Como ya sabrán, el ministro de Consumo Alberto Carlos Garzón Espinosa, dijo refiriéndose al turismo que “es un sector de bajo valor añadido, con una actividad estacional y precaria”. Mayor necedad y boutade no se puede decir ¿Acaso no sabe este individuo que el turismo fue, y es, el principal impulsor del desarrollo económico de nuestra Patria?

Si pasamos al asunto de los ERTES, aquí la cosa ya es demencial. Ahí tenemos a la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz Pérez, que no supo dar explicaciones sobre los citados ERTES, enviando inspectores e interventores para que detecten y descubran “casos de explotación laboral y trata de seres humanos” en el mundo rural, cuando no tiene capacidad para lograr que haya trabajadores que se dediquen a acopiar y almacenar las cosechas de los agricultores “maltratados”.

Y para terminar, ahí tienen a determinados sujetos de la casta política que andan por ahí sin mascarilla (el “pueblo soberano” usa la “más baratilla”) incumpliendo las normas que ellos mismo dictan, poniendo en peligro a las personas de su alrededor.