Como ya sabrán, “El coleta” dijo hace unos días que
las corridas de toros eran un espectáculo en el que se hacía mucho daño a un
animal para el disfrute de los aficionados, aunque poco o nada le importa le
guillotina. Ustedes ya nos entienden.
Sobre este tema taurino, ya habló varias veces, llegando a comparar la tauromaquia
con el patriarcado. La monserga de siempre. Nosotros también hemos comentado sobre el tema taurino en
este blog. Y vamos a seguir.
Diremos que estamos en contra de todo daño cruel que se le pueda hacer a
los animales, aunque haya ocasiones en las que están justificadas las eliminaciones
de algunos. Una de tales ocasiones sería, por ejemplo, el sacrificio al probar
en ellos medicamentos que podrían salvar miles o millones de vidas humanas.
Otra ocasión sería la eliminación de un animal, o varios, en el supuesto que
estuviesen contaminados por una enfermedad que podría originar una epidemia o
una pandemia, con la que probablemente desaparecería toda una especie, o
varias. Otro supuesto sería el de la defensa propia. Sabemos que hay animales
que atacan a las personas, y por tanto hay que defenderse, aunque a lo mejor
“El Coleta” dejaría actuar a un puñado de avispas sobre sus dídimos, o sobre
los pechos y el bajo vientre de su pareja, permaneciendo con los brazos cruzados
para no hacerles daño y para que la especie se conservase.
Dicho lo anterior, pasemos a la supresión de las corridas de toros. No hay
derecho a ver un animal sufrir de tal manera, desangrándose y dando unos
berridos que le llegan a uno al alma. Pero, siempre hay un pero, ¿qué va a
pasar con las personas, ya sean transportistas, cuidadores, mayorales,
cuadrillas con sus mozos, y demás gente que vive de los toros? ¿Al paro? Pues
sencillamente, esto no nos gusta, oiga.
Como y saben también, la fiesta taurina fue suprimida en “Catalonia” en su
día por otros motivos: porque representa la fiesta nacional, la de España,
claro. Y los catalanes a España no quieren ni verla. Si verdaderamente les
importase no hacer sufrir a los toros, ¿porqué en Cataluña se permiten los
“correbous” o los “bous embolats”? Porque es una verdadera salvajada ver a
toros con fuego en sus cuernos, fuego que les asusta, les hiere, les espanta,
les fatiga, no sabiendo muchas veces cómo van a terminar. Los espectadores,
golpean a los pobres animales con todo lo habido y por haber. Incluso hay quien
les echa arena a los ojos o los ciega con pistolas de laser.
Abundando más sobre esto, le colocan al pobre animal una especie de
antorchas de fuego y automáticamente lo sueltan por las calles. Nos podemos
imaginar todo tipo de movimientos que hace el toro para intentar apagar el
fuego, ya que éste le está quemando los nervios de las astas, a la vez que la
brea que se va desprendiendo le queman los ojos. Hay sitios en Cataluña,
concretamente en la provincia de Tarragona, en los que al toro, al final de la
fiesta, se le lleva hasta el mar y es tirado al agua. Lo que le espera al pobre
animal se lo puede imaginar uno fácilmente.
Hay otro tipo de “fiesta” que es la del toro “ensogado”. Como su nombre
indica, consiste en una soga que se le ata al animal alrededor de la cabeza y
de los cuernos y de la que tiran los “mozos del pueblo” en direcciones opuestas
para inmovilizar al toro. Cuando el animal está cansado, entonces lo arrastran
por las calles, con la que las pezuñas se ponen en carne viva. Cuando ya el
pobre animal no puede ni con sus dídimos, empieza el pateo y las explosiones de
petardos que acaban volviendo loco al astado
La pregunta parece que surge inmediatamente: ¿por qué se suprimen los toros
y se permiten estas otras salvajadas?
Por otra parte, y para terminar, ¿qué nos dicen de los “Sanfermines?
¿Corren las personas detrás del toro, o corre éste delante? Como ya es sabido,
casi todos los años hay heridos graves, e incluso ha habido muertes. ¿Por qué
no se suprime esto? ¿Es que importa más la vida de un toro que la de una
persona?
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