"No creo en las
revoluciones que cambian el orden de las cosas y no cambian el corazón del
hombre”. Blas
Pascal.
“Ser consciente de la propia ignorancia es un gran paso hacia el saber”. B. Disraeli.
“Es mejor ser examinado que ignorado”. Mae West.
“Lo peor que hacen los malos
es obligarnos a dudar de los buenos”. Jacinto Benavente.
“Estudiante salmantino, tunante fino”. Refrán popular que se refiere a la fama de pícaros
que tenían los estudiantes de Salamanca.
“Salomón, que tanto sabía, de los niños aprendía”. Refrán
popular que nos quiere decir que se puede aprender algo de todas las personas,
incluso de niños.
“Los hechos con como los
sacos; si están vacíos no pueden tenerse en pie”. Luigi Pirandello.
“La hermosura es una
tiranía de corta duración”. Sócrates.
“Donde malicia sobra,
entendimiento falta”. Refrán
popular.
“Con la ayuda del vecino,
mató mi padre un cochino”. Refrán
popular.
“Odiar a alguien es sentir
irritación por su simple existencia." Ortega y Gasset.
“Ad
calendas graecas”, frase latina que se emplea para designar
y señalar un plazo que nunca se cumplirá.
Fábula de Esopo. El León y el ratón ( I )
“Cierto León, harto de
carne, yacía durmiendo bajo un árbol frondoso. De pronto, saltóle casualmente
encima un Ratoncillo que por allí andaba jugando con otros compañeros. Echando
la garra cogióle el León. Pero al verse el infeliz Ratón en poder del rey de
los bosques, pidióle gracia con frases tan patéticas y ofrecióle tal género de
servicios, que el León, compadecido de aquel animal tan pequeño, le perdonó la
vida.
Algún tiempo después, cayó
la fiera en las redes de unos cazadores; y como no podía salir, a pesar de sus
esfuerzos, atronaba la selva con sus rugidos. El Ratón perdonado, que andaba
por aquellas cercanías, acudió al punto. Y mostrándose agradecido, se puso a
roer con sus agudos dientes las mallas de la red hasta dejar al León en
libertad.
En las mudanzas de la fortuna, incluso los más
poderosos necesitan la ayuda de los humildes”.
( I ).- “Las mejores fábulas”, Selección de José Repollés,
Editorial Óptima 2001, página 39
Continuará.
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