No cabe duda de que al
celtibérico habitante le gusta ver la televisión, o mejor dicho, la telebasura.
A las cajas tontas llegan varias cadenas nacionales, como son TVE1, TVE2,
Antena 3, Telecinco, la Cuatro ,
la Sexta y no sabemos
si alguna más. Además de las mencionadas, nos llegan las emisiones de los
distintos canales autonómicos.
Hay autonomías que incluso
tienen más de un canal. Estos canales no se quedan en los límites de las
citadas autonomías. Así, por ejemplo, en la comunidad de Murcia reciben la
señal del Canal Nou valenciana; en occidente de Asturias se ve la TVG gallega y en las zonas
limítrofes con Madrid, se puede ver Telemadrid.
Esta “intromisión” puede
calificarse de recíproca en algunos casos, pero no llega a toda España. Y aquí
es donde surge un problema que podríamos llamar de cohesión o de unidad
nacional, aunque problema es también que los canales autonómicos sean un fondo
perdido de dineros. Pero esto es otra historia.
¿Qué conclusión se puede sacar de esto? Pues sencillamente que el público recibirá distintos contenidos y no habrá homogeneidad. El telespectador de una cadena autonómica nada tendrá en común con el telespectador de otra.
En una palabra: si un español ve una cosa que otro no pueda
ver, nos estaremos separando un poco más, ya que se van reduciendo las cosas
que hay en común entre todos los españoles, aunque para algunos es suficiente que
lo “común” sea la Guerra
Civil y El Quijote. Y para otros, ni eso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario