miércoles, 10 de julio de 2019

Apoyo a los familiares de las víctimas




Como ya saben, los tiparracos Otegi y Zapatero están en el “candelabro”, como diría un votante socialista, por mor del asunto de ETA. Como ya saben también, estos dos sujetos tuvieron varias reuniones, siendo la última, si la memoria no nos falla, en setiembre del pasado año 2018. De qué hablaron, ya se sabe por la prensa, aunque se omitan muchas cosas, y se mienta.

Dicho lo anterior, desde hace tiempo estamos asistiendo a un olvido constante y permanente no sólo de las víctimas del terrorismo, sino de sus familiares. Este olvido viene promocionado y patrocinado por este insensato gobierno que pasa olímpicamente del tema. Esta actitud, desde luego, es poco menos que insultante, por no decir otra cosa.

Se cree este gobierno (¿o será desgobierno?) que con entregar cierta cantidad de dinero a las viudas y huérfanos el asunto está concluido ¿Cren que con esto se paga el dolor por la pérdida de un ser querido vilmente asesinado por estas hordas etarras? ¿Cree, asimismo este desgobierno, que por decir “mi abuelo en la guerra civil también fue víctima del terrorismo”, el asunto ya está cancelado y, por tanto, sobran todo tipo de consideraciones?

Estas víctimas parece que nadie quiere tomar en consideración que fueron asesinadas por defender tres cosas que este desgobierno parece perseguir: España, Libertad y Democracia. Prueba de ello son esos “premios” que se les concedieron, y se conceden, a algunos “honoriscausados” por la gran “tarea” de haber asesinado a más de cuatro mil personas en ya sabemos dónde. Ustedes ya me entienden.

Mientras los terroristas no entreguen las armas y pidan perdón, no habrá nada que hacer. Lo demás será pura logomaquia y palabrería polisémica que no solucionarán nada.

¡Ah!, y como cosa curiosa, ya saben que ciertos presos se presentan para políticos, ya sean para alcaldes, senadores, diputados, etc, mientras que al español normal y corriente que se presenta a unas simples oposiciones, se le pide y se le exige sus antecedentes penales. Demencial, querido Watson, no elemental.



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