La ley del silencio

 No nos estamos refiriendo a la extraordinaria película así intitulada, dirigida en 1954 por Elia Kazan, y protagonizada por Marlon Brando, Karl Malden, Rod Steiger, etc, no. Nos estamos refiriendo al silencio del “pueblo soberano” y de ciertas instituciones ante el desgobierno de Pedro Sánchez. Por mucho que digan lo contrario, el PSOE del “sanchismo” sigue descendiendo en su evaluación, lo que hace temer a la “nomenklatura” del partido que haya elecciones.

Curiosamente, de ese descenso puesto de manifiesto por el “pueblo soberano”, nada quiere saber el Comité Federal, ya que apoya ciega y fanáticamente la labor desastrosa de Pedro Sánchez, no admitiendo ni una sola crítica sobre las actuaciones económicas, políticas y sociales, como pueden ser, por ejemplo, el asunto de los indultos de Catalonia. Lo peor del asunto es que de esto, y de otras muchascosas, no se dice ni mu ¿Qué hacen y dicen las demás instituciones? Pues callar y callar.

¿Se acuerdan cuando este sujeto dijo que "La sociedad española tiene una capacidad extraordinaria de transformarse y asumir con convicción nuevas realidades. Las decisiones políticas de alcance deben contar también con esa capacidad. Cuando una causa es justa conviene ir más allá de las dudas iniciales"? Como pueden ver, populismo, demagogia y logomaquia.

¿De qué “nuevas realidades” habla este tipo? ¿De los ataques al Tribunal Constitucional, al Tribunal Supremo, al Consejo del Poder Judicial, al Tribunal de Cuentas y ¡cómo no!, a la Iglesia? ¿Acaso piensa este tiparraco que Europa se va a tragar que la Justicia española es independiente, cuando el propio desgobierno la desecha y no la tiene en cuenta?

Este PSOE “sanchista” está inmerso en una enmarañada y embrollada situación, de la que no se sabe cómo se va a salir. Si sigue por el mismo camino, la democracia desaparecerá de nuestra Nación. Pero lo malo no es sólo esto, sino que caeremos en manos de quienes sienten vómitos cuando se les habla de Patria o de España.

En fin, de todo esto nada se comenta. La ley del silencio para algo está, oiga.