Como ya sabrán, ya hemos escrito varios artículos sobre el régimen tiránico, despótico y dictatorial de Fidel Castro Ruz. Ahora volvemos a la carga porque tal régimen está en el “candelabro” por mor de las represiones sobre los cubanos que quieren la libertad. Y empezamos haciendo un poco de historia, no “historieta”.
Los que ya peinamos canas recordamos perfectamente la
nefasta fecha para el pueblo cubano del 1 de enero de 1959, fecha en la que se
instauró la tiranía castrista, que lleva 62 años anclada en el poder,
estableciendo todo un record digno del Guinnes, record solamente superado por Luis
XIV de Francia que reinó 72 años (1643-1715), por Francisco José de Austria que
gobernó 68 años (1848-1916), y por la reina Victoria que lo hizo por un período
de 64 años (1837-1901).
En esta
Cuba castrista, lo mismo que en la destartalada URSS, hay privilegios que
disfrutan unos pocos, mientras el pueblo se muere de hambre y de miseria. El
soviético disidente y arrepentido Michael Voslensky, en su obra “La Nomenklatura. Los privilegiados en la URSS”, libro comentado en este blog con
fecha 14 de junio de 2017, ya había denunciado esta situación que se daba en la
URSS y en sus satélites.
Los
grupos más privilegiados en la sociedad castrista son tres:
1º).- Los “comandantes” y miembros altos del
Partido Comunista.
2º).- “Los oficiales de las fuerzas armadas hasta el grado de
capitán”.
Y 3º).-
Los “administradores”.
Además
de estos tres grupos existen otros que, sin gozar de los privilegios, momios,
sinecuras y prebendas de los anteriores, tienen un nivel de vida muy superior
al “pueblo soberano”: son los sujetos pertenecientes a la “seguridad del
Estado”, ciertas figuras de los deportes, etc.
Por
debajo de todos estos grupos estás las personas que tienen acceso al dólar, ya
sea porque los reciban de sus familiares en EE.UU., de Miami principalmente, o
porque “presten algún servicio” a los turistas.
El teniente coronel Juan Reinaldo Sánchez, ex guardaespaldas de
Fidel durante casi veinte años, escribió
un libro intitulado “La vida oculta de Fidel Castro”, Editorial Península,
octubre 2014, traducido por Rosa
Alapont, 286 páginas, comentado en este
blog con fechas 28, 29 y 30 de noviembre de 2016. En este libro se ven un
montón de asuntos omitidos por la propaganda del régimen, asuntos que reflejan
la miseria humana de este sátrapa. Así, por ejemplo, nos dice el autor la
afición por comer “tortugas marinas (algunas miden un metro), y
están destinadas a acabar en el plato de Fidel”. (Página 19), diciéndonos
que también le gusta el whisky Chivas Regal “on the rocks en la mano (su
bebida favorita”). (Página 15). También nos narra el autor el cinismo de
este sátrapa, ya que decía que no tenía más posesión que una pobre cabaña,
cuando en realidad era una villa de su isla privada, situada en Cayo Piedra. A
esta villa el autor del libro acompaño al mentado sátrapa cientos de veces.
También nos habla Reinaldo del “Aquarama
I I”, yate de Fidel que “ofrece todas las comodidades modernas: aire
acondicionado, dos cuartos de baño, váter, televisión, bar” (Página
13).
Por otra parte, Carlos Franqui, que en su día fuera
director de “Radio Rebelde” y del periódico “Revolución”, cuenta que “Manguito” (Fidel Castro),
tenía 50 mansiones diferentes, siendo partidario también de que “los compañeros deben vivir bien a fin de ser eficientes”.
¿Se imaginan la que armarían los sociatas y
“comuniatas” si estos privilegios los tuviesen los jefes de VOX y del PP?
Saldrían a la calle como turbinas para armar la de vámonos Juana.
En la próxima entrega seguiremos viendo los privilegios del régimen. Vean la siguiente animación GIF.
Continuará.
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