Como decíamos en la anterior entrega, en ésta vamos a
seguir viendo los privilegios del régimen castrista de los que nadie habla.
Los
privilegios en la vivienda son insultantes. Las urbanizaciones residenciales (llamadas
“repartos”), tales como las de Miramar, Nuevo Biltmore, Kohly, Nuevo Vedado,
etc, al principio de la revolución fueron ocupadas por estudiantes. Pero luego,
los llevaron a albergues en el campo donde estudian y trabajan. Estos
“repartos” fueron ocupados después por la nueva élite del régimen que, en el
caso de Raúl Castro, tiene un edificio entero con apartamentos en el Nuevo
Vedado.
Estas
viviendas de los privilegiados, están debidamente conservadas, limpias y pintadas;
tienen aire acondicionado y teléfono, todo un lujo del que el pueblo carece.
Sin embargo, las viviendas del cubano de a pie, están poco menos que en ruinas,
ya que no se tiene acceso a ningún tipo de material de construcción que,
obviamente, controla y distribuye el Estado.
Por otra
parte estás “las casas de visita”, que son residencias que el Partido
Comunista tiene por todo el país para sus miembros y para los funcionarios del
Estado.
Donde más se ven los
privilegios es en la educación. Las personas “no integradas”, es decir, los que
no están “fichados” como adeptos o adictos al régimen, no pueden cursar
carreras superiores, con lo cual la universalidad del dogma comunista de la
igualdad cae por su base.
También
en los servicios sanitarios hay privilegios. Como ya se sabe, el Estado tiene
el total y absoluto control sobre la medicina. No existe medicina privada. La
clínica Cira García (antigua clínica Miramar), estaba, y suponemos que está, reservada
para extranjeros y para la élite del régimen, lo mismo que una planta del
Hospital Naval de La Habana Este. También en los “repartos” Kohly y Siboney hay
clínicas para la alta dirigencia.
Otro
privilegio es el de los comestibles. Para los “directores” y “timoneles” no hay
cartilla de racionamiento.
Mientras
tanto, el martirizado pueblo cubano tiene que “jinetear”, “marear”, “inventar”,
“resolver”, “estar en el fuego”, “pugilatear el dólar”, etc, para poder vivir
malamente.
En la
próxima entrega veremos el control bestial que ejerce el Estado sobre el
“pueblo soberano”.
Pinchen
en el siguiente enlace y verán “balseros” cubanos huyendo del régimen castrista.
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