La “comuniata” Irene Montero

 Como ya saben, la llamada ley TRANS está a la vuelta de la esquina. Uno de los aspectos de esta monstruosa ley, es dar caña a los machistas para que cambien sus pareceres y demás sobre la transexualidad, es decir, Manolito pude convertirse en Manolita. Sólo tiene que notificarlo en el Registro Civil cuando tenga la edad de 16 años, edad con una gran “experiencia” en la vida, oiga.

¿Cómo reaccionará una mujer que esté en un servicio de un hotel o de una cafetería, por ejemplo, y vea entrar un “trans”? La misma pregunta vale para un hombre que vea entrar una “trans” ¿No se aprovecharán muchos “trans” para hacer cosas y trabajar en lugares y sitios en los que hay preferentemente mujeres? ¿Pedirán bajas y vacaciones por embarazos y partos? ¿Practicarán los mismos deportes? ¿Podrán estos “trans” “abortar?

Como ya saben también, esta ley TRANS está defendida a capa y espada por la “comuniata” ( I ) Irene Montero, que dice una serie de sandeces de mucho cuidado. Así, por ejemplo, en su día comentó que es un derecho humano “la educación afectivo-sexual”. Mentira, ya que ningún tratado internacional, ni la Declaración Universal de Derechos Humanos, no se comenta nada sobre este tipo de “educación”, como tampoco se dice nada en nuestra Constitución, en donde se lee en el Apartado 3 del Artículo 27: “Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.”

 Por otra parte, y como ya se sabe, sociatas y “comuniatas” odian la libertad de educación y de enseñanza, ya que lo que sí defienden es el adoctrinamiento. Es una de las bases de las dictaduras de corte marxista-leninista.

 Además, esta Montero es partidaria del aborto, aunque muchas veces habla de “interrupción voluntaria del embarazo”, ya que esto suena mejor. Habla “del derecho de las mujeres a decidir sobre sus propios cuerpos y, por tanto, pensamos que es necesario regular la objeción de conciencia para garantizar que todas las mujeres pueden practicar interrupciones voluntarias de su embarazo cerca de su casa, en hospitales públicos, eligiendo el método y con todos sus derechos garantizados”. (¿Es de “derecho” asesinar vilmente a seres totalmente inocentes, indefensos y desamparados?)

 Lo más “didimoso” del asunto es que esta sujeta Montero tiene tres hijos, hijas o “hijes”, oiga ¿Cómo se le ocurrió abortar? A lo mejor con llegar a casa “sola y borracha”, ya se conforma.

 Por otra parte, ¿cómo no se le ocurre a esta tiparraca comentar nada de que casi 3.000 jueces han avisado a la Unión Europea de que España, por mor de estas medidas y otras que se están tomando, camina “hacia el totalitarismo”?

 ( I ).- Como ya saben, y como ya hemos comentado en nuestros artículos intitulados “A los inmortales de la RAE”, esta palabra no viene en el Diccionario de los “inmortales” de la RAE. Curiosamente sí viene sociata, lo cual nos parece una cosa incomprensible e incoherente.