Como decíamos en la anterior
entrega, en ésta seguiremos viendo los “acontecimientos” revolucionarios de
aquel mes de Octubre de 1934, aquí en Oviedo.
Además de los asesinatos por
parte de los rojo-republicaos, hubo edificios y monumentos que fueron atacados
bestialmente, como por ejemplo, la Universidad de Oviedo y la Cámara Santa de
la Catedral, que fue destrozada con dinamita.
A las personas religiosas, se
las odiaba a muerte, siendo asesinadas treinta y tres. Se decía “¡Matailos
que son curas!”. En la localidad de Turón (Mieres), fueron vilmente
asesinados ocho religiosos del Colegio La Salle, y un padre pasionista del convento de Mieres (foto). En Turón desfilaban
las hordas con los lemas de “¡Un, dos, tres, cuatro y cinco, no queremos ni
curas ni catecismo!”, o también “¡Un, dos tres, no queremos curas en San
Andrés!” (San Andrés es una localidad turonesa).
En el periódico “Hoja del Lunes”
ovetense de fecha 30 de abril de 1990, se lee en la página 12:
“Mientras, el comité
revolucionario, bajo presiones extremistas, decidió la muerte de estos hombres
por ser religiosos y maestros cristianos de gran parte de los hijos del pueblo
de Turón” (La madre del que estas
líneas escribe, que estaba de maestra en esta localidad mierense, vio esto y
muchas barbaridades más).
Como ya saben, el “amor” que
se sentía en aquellos tiempos republicanos por la destartalada Unión Soviética,
está suficientemente documentado. Así, por ejemplo, el que fuera ministro en el
gobierno del nefasto Largo Caballero (“El Lenin español”), el comunista Jesús
Hernández, envió un telegrama a Moscú diciendo:
“Vuestra lucha contra la
religión es también nuestra. Tenemos el deber de hacer de España una tierra de
ateos militantes” ( I )
( I ) .- “Historia de la Persecución Religiosa en España
1936-1939”, autor Antonio Montero Moreno, Biblioteca de Autores Cristianos,
Madrid 1961, página 41.
En la próxima entrega veremos
algo sobre el gran incendio que sufrió la Universidad de Oviedo.
Continuará.
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