Sí, el objetivo de los de la internacional de la mentira, del odio y del terror, es la desaparición de la religión y de la familia. Para ello se disfrazan de varias formas, ya sean la “ideología de género”, los derechos humanos a su modo y manera, los derechos de los niños, la igualdad hombre-mujer, etc, y otros. Para esto, y para más cosas, se basan en todo tipo de “mass-media” más ad hoc al sistema. Las consecuencias que esto puede traer pueden ser gravísimas.
Lo de la desaparición de la familia, así como de toda religión, es un asunto muy viejo que proviene del marxismo. No hay más que leer “Marx, economía y moral”, Alianza Editorial, 1.984, de Luis Ángel Rojo y Víctor Pérez Díaz, así como también el “Manifiesto comunista y otros escritos políticos” del citado Marx y Federeico Engels. Hasta aquí “nihil novo sub sole”. Aunque nos encontremos rodeados de feminismos por todas partes, es nuestra obligación analizar y desmontar toda la falacia ideológica en la que se basan.
Sin embargo, hace
relativamente poco tiempo, aparece un nuevo concepto: ideología de género,
entendiendo por tal al género masculino y al femenino. Desde luego este nuevo
enfoque ideológico es absurdo porque, ¿qué tiene que ver el género gramatical
con el sexo de las personas?
Esta ideología de
género, es de un feminismo mal entendido y degradante para la mujer: se
pretende que todo esté al 50 por ciento, sin pararse a pensar que lo más
importante para cualquier tipo de empresa, y para la misma sociedad, son las
personas. De esta forma habrá mujeres y hombres que estén ocupando puestos por
“cupo” y sean unos auténticos incompetentes, o “incompetentas”.
Pero no perdamos el
hilo: esta nueva ideología feminista tiene sus cimientos en un nuevo modo de
interpretar las ideas del judío Marx: ahora la lucha de clases entre opresores
y oprimidos, es la del hombre (opresor) contra la mujer (oprimida) que, como
todo el mundo sabe, terminará cuando los oprimidos se quiten el yugo opresor.
Para esto, hay que fomentar
el odio contra el hombre (surge el “machismo”), imponiendo cambios y dictando
leyes, normas y reglamentos que vayan a favor de los oprimidos, en este caso,
de las oprimidas. A tal efecto, los asuntos hay que retomarlos y hacerlos bajo
el “enfoque de género” y así surge el aborto para “liberar” a la mujer; surge
el “gay-monio”, o “invertido-monio” (nunca matrimonio homosexual); surge
Por si alguien
tiene duda sobre este matrimonio entre el marxismo y la ideología de género, no
hay más que dar un vistazo a la obra de Engels intitulada “El origen de la
familia, la propiedad y el estado”, libro escrito en dos meses en 1.884, y
que el autor consideraba como “en cierto grado un cumplimiento del
testamento” de Karl Marx, y que Lenin diría más tarde que era “una de
las obras fundamentales del socialismo moderno”. Nos dice Engels, al que
Pablo Iglesias Turrión nombra con relativa frecuencia, que “el primer antagonismo de clases coincide con el
desarrollo del antagonismo entre el hombre y la mujer unidos en matrimonio
monógamo, y la primera opresión de una clase por la otra, con la del sexo
femenino por el masculino”. Aquí está
dicho todo: la familia es la primera opresora de la mujer, siendo la maternidad
un gran obstáculo y una gran carga de las que hay que “liberar” a la mujer.
Como es sabido
sobradamente por nuestros lectores, las leyes que se promulgan actualmente y
las “políticas sociales” que se aplican ahora, tienen su origen en aquello de
que “los medios de producción y reproducción”, que están en manos de la clase
opresora, se les debe arrebatar para ponerlos en manos de clase oprimida; tiene
que eliminarse la propiedad privada y la autoridad paterna; hay que otorgar a
la mujer “derechos reproductivos”, es decir, el aborto; hay que “colectivizar”
las tareas de casa; hay que enviar a los niños a guarderías para que no exista
la autoridad de los padres y sean debidamente adoctrinados por el sistema; y,
finalmente, eliminar la religión. Cuando todo esto suceda, se acabará el
sistema de clases y vendrá un “porvenir radiante para
Toda esta utopía se
intentó llevar a cabo en los desparecidos países comunistas, fracasando
rotundamente, desde el principio, en lo referente al ataque a la familia ante el
repudio de toda la población.
Este fracaso, ha
llevado a la feminista Shulamith Firestone a escribir un libro intitulado “La
dialéctica del sexo”, aparecido en España en 1.976, Editorial Kairós,
Barcelona, de estilo semejante a “El segundo sexo”, de Simone de
Beauvoir, aparecido en 1.949. Pues bien, la señora Firestone dice que el
fracaso del comunismo fue debido a la no abolición de la familia, que es el
verdadero y primer estamento opresor tanto sociológico, político y económico.
En un párrafo dice textualmente: “Mamá debe ser destruida para ser
sustituida por una feminista socialista, que acabaría con la explotación
capitalista”. En fin, sin comentarios.
Continuará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario