Si se analiza
Una vez expuesto esto, Marx de forma precipitada e injusta, trató de hacer una generalización de los hechos: afirmó de manera tajante y dogmática que toda sociedad está constituida por esas clases, es decir, que toda persona pertenece a la clase explotadora o a la explotada. Aquella generalización, ni se deduce de las premisas, ni es corroborada por los hechos actuales. Es falso que los propietarios de los medios de producción exploten a los que trabajan para ellos. Para que esto no ocurra, están los sindicatos, comités de empresa y demás organizaciones que pactan con los empresarios salarios, jornadas de descanso, vacaciones, etc. La explotación precisamente surge en los países marxistas en donde no existen estas organizaciones y los trabajadores son explotados por el Estado. Se puede decir que la teoría de la lucha de clases no está basada en la realidad, sino que más bien en la fantasía de Marx.
Otro supuesto de la teoría de la lucha de clases, que es también rebatido por los hechos históricos, es el que sostiene que todos los grandes cambios sociales se produjeron por la guerra de clases. El determinismo económico marxista afirma que los motivos básicos de esta guerra son de carácter económico. Esta afirmación es falsear completamente
Otro error notable de la dialéctica social del marxismo, es su simplicidad: sólo hay un motivo dominante en
El curso de
La historia de Europa e incluso la de EE.UU. hubiese sido completamente distinta si Enrique VIII no se hubiese enamorado de Ana Bolena, ya que Inglaterra probablemente seguiría siendo católica y USA también. Es decir ¡hasta el amor por una mujer puede ser trascendental para el devenir histórico!
Donde sí hubo una transformación radical de la sociedad por motivos económicos
y también por ansias de libertad, fue precisamente en la ex URSS. Los 145
millones de pobres que dejó el marxismo decidieron dicha transformación. Y,
paradójicamente con el principio de la lucha de clases, no hubo ni un solo
tiro. Para ser exactos, solamente hubo cuatro disparos de otros tantos jerarcas
de la nomenclatura que se suicidaron al ver que podrían desaparecer sus
privilegios y prebendas.
El propio nacimiento del comunismo no puede explicarse a partir de un
fundamento materialista o económico: dependió de una cosa tan aleatoria y
trivial como el nacimiento de Marx
Tratar de poner todos estos factores cambiantes y volubles en una sola fórmula
concebida en términos de fuerzas materiales, que funcionan según las diferentes
técnicas de producción, es violentar todo el acontecer histórico para salvar
una teoría.
En el próximo artículo veremos cómo la dialéctica social contradice los
principios más fundamentales del marxismo.
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