Los
politicastros que tenemos en este desgobierno, presumen de talento y talante.
Unos lo hacen de forma subliminal, y otros deforma pedante y chulesca, con su
palabrería llena de populismo, demagogia y logomaquia, además de preñada de
marxismo y revanchismo. La manipulación, el manejo, el embeleco, la treta, la
trampa, la mentira, la farsa, el engaño, el artificio, el agitprop, etc, están
a la orden del día.
Dichos
talento y talante, tal parece que son los mismos de los años 30 de la
desastrosa Segunda República española: mordaza contra ciertos “mass-media”,
anticlericalismo, aborto y eutanasia, críticas y ataques contra la propiedad
privada, ataques contra los sistemas educativos que no sean los de su onda, etc.
Hay
otro aspecto de estos del talante y del talento que también parece heredado de
los tiempos republicanos: la entente, conexión, enlace, vínculo, o como quieran
ustedes llamarlo, con los totalitarismos. Si las izquierdas rojo-republicanas
de aquellos tiempos eran marionetas del criminal Stalin, también ahora ciertas
“formaciones” tienen contacto con regímenes totalitarios y dictatoriales, ya
sean de corte chavista o de países regidos por ayatolás.
Dichos
“talentosos” y “talantesos”, que suelen ser gente mediocre y anodina, suben
como cohetes, situándose en puestos importantes, llegando incluso al gobierno,
ocupando puestos muy por encima de sus capacidades. Lo que priva es la
ideología. El favoritismo y el enchufismo también están a la orden del día.
Continuará.
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