jueves, 28 de enero de 2021

Los grandes errores de la doctrina marxista (y I V)


 

Como decíamos en el artículo anterior, en este último nos haremos algunas preguntas sobre todo lo expuesto y veremos cómo se comportó y cómo se comporta la doctrina marxista.

Si el materialismo histórico intenta explicar toda la historia de la Humanidad, tanto pasada como futura, ¿cómo no explica qué es lo que movía la Historia antes de que apareciesen las clases?

Si la economía política marxista, como teoría revolucionaria, trata de justificar de un modo teórico el comunismo para imponerlo en el mundo, ¿cómo se explica entonces el tránsito del comunismo al capitalismo, sin revolución, en todos los países del Este de Europa que ya conocemos?

Si en la sociedad comunista primitiva no había lucha de clases que, como dicen los marxistas es el motor de la historia, ¿cómo se pasó al esclavismo?

Para analizar el hombre, el marxismo se basa en el aspecto económico y dice que el hombre se hizo tal cuando inventó la herramienta y que luego el trabajo fue lo que lo transformó. Si esto es así, ¿por qué el marxismo no explica qué es lo que impulsó al ser humano a construir dichas herramientas? La previsión de los ingenieros sociales constructores de paraísos que pulularon y aún pululan en los medios de comunicación, no parece cumplirse. Basados única y exclusivamente en la razón para montar todo el andamiaje, ha llevado al marxismo a un fracaso estrepitoso: querer suprimir el error y un sin fin de factores inherentes a la propia condición humana, como el azar por ejemplo, han conseguido que la doctrina y el sistema marxistas se apartasen de la realidad. Ya decía Koestler que “tal vez la causa más profunda del fracaso de los comunistas es que han tratado de conquistar el mundo por la razón”.

Las predicciones “científicas” marxistas que se hacían por los años 70 eran tales como que “en el año 2000 Inglaterra habrá desaparecido por falta de alimentos y de oros muchos recursos”. O la otra no menos pintoresca de que “antes del año 2000 al menos 60 millones de norteamericanos habrán perecido por el hambre”. Lo que no predijeron fue el derrumbe de la URSS precisamente antes del año 2000, y que el sistema comunista iba a dejar en “la patria del proletariado” 145 millones de seres humanos sumidos en la pobreza.

En cuanto a los objetivos y fines de la doctrina comunista, ya sabemos cuáles son: la conquista y el mantenimiento del poder político mediante un partido militarizado y una idea totalizadora, que hace que la clase dirigente adquiera un poder omnímodo sobre la sociedad. Se crea así el efecto piramidal: un núcleo dirigente que, desde la cúspide, crea el grupo, el partido, que es la encarnación de la idea revolucionaria de la Historia y que tiende a suprimir toda acción del individuo.

Lógicamente el partido no muestra su verdadero rostro cuando no tiene el poder: lo muestra cuando se hace con él. La creación, establecimiento e implantación de la sociedad comunista en todo el mundo, la desaparición del Estado y la creación del Hombre Nuevo, serán sus metas.

Este Hombre Nuevo es un invento para resolver una de las muchas contradicciones que tiene el marxismo: por una parte, se dice que el Estado lo es todo, y por otra se dice que éste desaparecerá. Entonces es cuando aparece este nuevo ingenio social que no necesita muchas cosas, que se modera en sus ambiciones, que rechaza todo aquello que no necesita, que se entrega sin desmayo a la causa del partido porque es el único instrumento de la Historia, etc. Es decir, es una especie de retorno al pasado: tribus cavernícolas inmutables sin Estado.

Como ya sabemos, el marxismo ha fracasado a pesar de haber tenido, o mejor dicho, de haber dispuesto de un modo antojadizo, de casi un tercio de la población mundial (con toda la riqueza y recursos que esto supone) y de haber dispuesto también de casi tres cuartos de siglo para realizar la misión,  misión que trajo terror, horror, error, miseria, crimen, oír, ver, callar, etc. Pero, ¡paradojas de la historia¡, no solo nadie les ha pedido cuentas, sino que se sentaron como acusadores en el proceso Nurenberg, cuando tenían que estar con los acusados nazis en el banquillo.

En cuanto al comportamiento de los marxistas en la actualidad, ¡qué vamos a decir que ya no se sepa¡ En los países libres se puede ejercer de marxista. No hay ningún problema. Incluso pueden obtener alguna que otra canonjía política, momio, etc, o buenos rendimientos pecuniarios con la publicación de artículos, memorias, libros, etc, poseyendo muchos grandes y suntuosas mansiones, así como coches de lujo. Son los marxistas de salón, que no les da por ir a vivir a Cuba, a Corea del Norte, a Venezuela, etc.

Como resumen de estos cuatro artículos, podemos decir que Marx observó la influencia del factor económico en la Europa que le tocó vivir. Con esta observación construyó una teoría a la que le dio carácter universal. Pero uno de sus errores consistió en tomar lo particular por lo general.

Otro aspecto del que casi nadie habla es el de que Marx no se paró a estudiar la Historia. Ignora el ejemplo de su propio pueblo, el judío, que echa por tierra su teoría. La grandeza del pueblo de Israel no fue económica. Los pueblos que lo rodeaban no se diferenciaban en este aspecto entre sí. La grandeza del pueblo de Israel del Antiguo Testamento y el establecimiento del Cristianismo en la Historia, están fuera del campo económico.



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