martes, 19 de enero de 2021

Desaparición de la religión y la familia ( y I I )


 

Siguen las feministas confundiendo el género de las cosas con el sexo de las personas diciendo que el género es sinónimo de clases, y que toda clase implica desigualdad. Para “compaginar” un poco este tinglado, recurren a Simone de Beauvoir que, como todo el mundo sabe, era bisexual. Sus relaciones con algunas de sus alumnas fueron públicas y notorias.

Simone rechazó de plano la maternidad como elemento identificador de la mujer. Y es a partir de aquí cuando se inventa y se monta toda una teoría que dice que el género es un concepto cultural que se aprende y que, por tanto, puede cambiarse, queriendo decir con esto que cualquier persona de sexo femenino, por ejemplo, puede autoconsiderarse como género masculino, y al revés. Estaríamos ante mujeres masculinas y hombres femeninos. Así se expresaba más o menos Simone: no se nace hombre o mujer, sino que se aprende. Pero, vamos a ver: ¿acaso se aprenden las diferencias anatómicas y biológicas existentes entre hombre y mujer?

Después, estos inventores de esta teoría nos dicen también que la atracción entre personas de distinto sexo, es decir, la heterosexualidad, también se aprende y terminan diciendo, ya en el colmo de la aberración, el disparate y de la burrada, que el instinto maternal no existe ¡Que se acerquen a quitarle de su camada una cría de una leona o de una perra!

En los países subdesarrollados, esta ideología está a la orden del día porque mientras haya homosexualidad y práctica del aborto, la población no aumentará. Al aborto se le denomina “aborto terapéutico” y con este juego de palabras ya se puede legalizar.

Con todo esto, se incorpora a la sociedad la unión de personas homosexuales, que trae como consecuencia la pérdida del concepto de padre y madre, y la no procreación.

Si no se toman medidas contra esta ideología perjudicial y nefasta para la familia, la degeneración de la Humanidad está a la vuelta de la esquina. Mientras se admita la palabra “género”, en vez de la correcta “sexo”, con el subterfugio de erradicar la idea de que el ser humano se divide en dos sexos, para afirmar que existen cinco “géneros”, heterosexual masculino, heterosexual femenino, homosexual, lesbiana, bisexual, pues eso, si no se detiene todo esto, Sodoma y Gomorra aparecerán de nuevo y el castigo también.

Para terminar, diremos que este “feminismo de género” y esta “ideología de género”, surgidos a últimos de la década de los sesenta del pasado siglo, no tienen nada que ver con el anterior movimiento feminista de paridad, que creía en la auténtica igualdad moral y legal de los sexos ya que se comprendía la verdad y el significado de la sexualidad humana, dando lugar al matrimonio y la familia.

Por otra parte, como toda persona, se quiera o no se quiera, es hombre o mujer, esta condición masculina o femenina se manifiesta y se extiende en todas sus dimensiones, ya sean psicológicas, espirituales, biológicas o fisiológicas. Porque al contrario de lo que decía Simone de Beauvoir, la mujer nace, no se hace.

No se entiende como los defensores y defensoras de todo esto, que están casados y tiene hijos, y que defienden a los homosexuales y “homosexualas”, no se “casan” con uno de éstos para “engendrar” más defensores de estas falsas teorías.

En fin, por mucho que diga toda esta gente, la familia es la unión de una mujer y un hombre por el matrimonio, que tiene por objetivos intercambiar y compartir amor, júbilo, regocijo, alegría, etc, y engendrar y procrear hijos y educarles según sus criterios, no según los del Estado.



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