Y terminamos con este nefasto personaje.
Como ya saben, Stalin nunca abandonó la idea de que
Inglaterra y Francia cambiaran su política de neutralidad. Dio órdenes a los
comunistas españoles y al gobierno de Negrín, dominado por los comunistas, de
continuar la guerra. Este sujeto fue izado por Azaña, tras la defenestración de
Largo Caballero por los comunistas por mor de los sucesos de 1937. Le importaban
un bledo, dos cominos y tres dídimos los problemas económicos.
El coronel republicano Segismundo Casado, en su obra “Así cayó Madrid”, Ediciones 99, Madrid
1977, nos dice en la página 83 que Negrín, ante la situación terrible de la
población madrileña, suministraba a ésta “píldoras
de resistencia”, como decía todo el mundo en Madrid.
En los discursos de Negrín nada se decía de la
desesperación y depresión que había en la zona republicana durante la guerra.
La propaganda comunista así lo exigía. Así, el comisario comunista de la
brigada 71, decía que tales discursos de Negrín servían para subir la moral de
las gentes.
El mismísimo Manuel Azaña, estaba hasta el moño de
Negrín y de los comunistas. Al terminar la batalla del Ebro, Azaña piensa echar
a Negrín y sustituirle por Julián Besteiro, como jefe y responsable de un gobierno
para negociar la paz.
Del socialista Santiago Garcés, último jefe del SIM (Servicio
de Información Militar, creado por Indalecio Prieto en 1937), relacionado con
el asesinato de Calvo Sotelo, nos dice el anarquista García Pradas que era un “chulillo madrileño ducho en reclutar
mujeres para don Juan Negrín y compañero de juegos de su hijo Juanito” ( I )
En fin, como habrán podido ver, hemos expuesto
someramente en estos cuatro artículos la vida y milagros de este nefasto
personaje.
( I ).-
“1939 Agonía y victoria (El protocolo
277)”, autor Ricardo de la Cierva, Editorial Planeta 1989, página 60.
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