Tenemos recopiladas una
cuantas frases y párrafos de los políticos, preferentemente de izquierdas, que
van desde el “Hipotecar el futurible”,
de Felipe González, hasta “No son parados, son personas que se han
apuntado al paro”, o “La crisis es
una falacia, puro catastrofismo”, y también “La Tierra no es de nadie, pertenece al viento”, del ínclito e
inefable Bobo Solemne, hasta otra frase no menos profunda del expresidente
asturiano el socialista Javier Fernández, “La mejor energía es la que no se
consume”.
En
los medios políticos y en los de difusión aparecen los doctos y letrados
“juntapalabras” que, con una verborrea grandilocuente, y vacía la mayor parte
de las veces, emplean vocablos que son auténticos disparates. Hemos tomado nota
de unos cuantos para “uso” y disfrute de los lectores.
Dicen “antidiluviano”, cuando
debería decirse “antediluviano”, es decir, anterior al Diluvio. “Anti” es
contrario al Diluvio.
Hablan
y escriben sobre el verbo “aplastar” en el sentido de derrotar a una persona,
de maltratarla o de destruirla. Esto es dar a tal verbo una acepción que no
tiene. Dicen: “El orador “aplastó” a su adversario con su elocuencia”. Tal
ejército fue “aplastado” por el enemigo. No saben que aplastar es hacer una
“plasta”, que es una cosa blanda, espesa y pegajosa, pudiendo ser hasta un
excremento o una defecación. Se puede “aplastar” barro, cera, plomo, etc, o
también se puede “aplastar” un pequeño reptil u otro animal. Pero nunca se
“aplastará” a nadie a tiros, y ni mucho menos con palabras.
Los
que van para ministros, dicen que viven en el “treceavo” piso, en vez de decir
en el decimotercero.
Dicen “artefacto” usándolo
impropiamente por artificio, mecanismo, aparato o instrumento de trabajo.
Artefacto es todo lo que se hace con arte, es decir, cualquier producto de una
industria u oficio. Pero nunca será el instrumento con que se hacen.
También dicen “avalancha”. No
es correcto, ya que esta palabra es casi puro francés (“Avalanche). Alud sería
la palabra correcta.
Algunos periodistas de nota,
dicen el chinche o los chinches. Incorrecto: este insecto es femenino. Claro
que algunas ínclitas ministras dirán “las chinchas”.
Siguen estos doctos
ignorantes usando la palabra “dintel”, parte superior de una puerta, confundiéndola
con umbral. Así, hubo alguien que escribió “lo acompañó hasta la puerta y se
detuvo en el dintel” ¿Se colgaría, o se ahorcaría?
Emplean la palabra
“ejercitar” confundiéndola con “ejercer”. Ejercitar es practicar una
profesión, un oficio, etc. Se dice que una persona ejercita la abogacía, la
medicina, etc.
En alguna que otra ley
electoral se puede leer “derecho que puede ejercitar”, cuando lo correcto
sería “derecho que puede ejercer”.
Utilizan la, le, les, los, de modo incorrecto,
propio de gentes sin desasnar. Así dicen: “Vi a María y la di un beso y la dije
que viniera”. “Mi mujer es angelical si se “la” trata bien”.También la tienen entamada con el verbo “librar”. Así dicen que se va a “librar una batalla” o se “ha librado una batalla”. Miren en el diccionario las acepciones de este verbo y verán el disparate.
También la tienen liada con “más”, adverbio de cantidad, y por tanto con acento, y con “mas”, conjunción.
En fin, hay algunos que la albarda les sienta bien, y otros que al abrir la boca se les ve la alfalfa.
Seguimos con los semáforos de la palabra “kulta”, que parece que andan de “madreñes” por encima del diccionario de
También la tienen liada con la palabra “frutos”. Éstos son los que da la tierra. No es correcto aplicarlo al fruto de los árboles y de ciertas plantas, que para eso se llaman fruta y frutas.
Confunden, asimismo, observación con observancia. Así hablan y escriben sobre la “observación de las leyes”. Es “observancia de las leyes”. Consulten el diccionario.
Personas “kultas” dicen por TVE: “han habido muchos goles”, o “han habido muchas lluvias”. Señores albardas: el “han” es incorrecto con el verbo haber. Es “ha habido muchos goles”, o “ha habido muchas lluvias”.
Hasta ahora habíamos visto a los semáforos de la palabra culta, y de las buenas costumbres, cómo escribían palabras sueltas. Ahora vamos a ver la “profundidad” de pensamiento con frases enteras y verdaderas. Ahí van algunas:
“Queridos compañeros: La realización de las premisas del programa, nos obliga a un exhaustivo análisis de las condiciones financieras y administrativas existentes. Por otra parte, y dados los condicionamientos actuales, la complejidad de los estudios de los dirigentes cumple un rol esencial en la formación de las directivas de desarrollo para el futuro. Asimismo el aumento constante, en cantidad y en extensión, de nuestra actividad exige la precisión y la determinación de las actitudes de los miembros hacia sus deberes ineludibles”.
Seguimos con las frases ampulosas. La verdad es que todo esto nos recuerda una frase de Don Gustavo Bueno: "hacer ruidos con la boca".
"De igual manera el nuevo modelo de actividad de la organización, garantiza la participación de un grupo importante en la formación de las nuevas proposiciones. La práctica de la vida cotidiana prueba que el desarrollo continuo de distintas formas de actividad cumple deberes importantes en la determinación de las direcciones educativas en el sentido del progreso. Nuestra actividad de información y de propaganda facilita la creación del sistema de formación de cuadros que corresponda a las necesidades".
“La consulta con numerosos militantes ofrece un ensayo interesante de verificación del modelo de desarrollo, que implica el proceso de reestructuración y de modernización de las formas de acción”.
“Un relanzamiento específico de todos los sectores implicados, habrá de significar un auténtico y eficaz punto de partida de las básicas premisas adoptadas. La superación de experiencias periclitadas permite, en todo caso, un proceso muy sensible de inversión de los elementos generadores de toda una serie de criterios ideológicamente sistematizados en un frente común de actuación regeneradora”.
Amén.
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