En esta Europa actual, en total decadencia, aún hay personas que puedan dar un vuelco a toda esta hediondez continental. Lo peor es que esas personas, digámoslo sinceramente, se ven impotentes para remediar la situación no sólo de Europa, sino también del mundo Occidental en general.
No cabe duda de que a esas personas se las debe de ayudar bien sea participando en agrupaciones políticas, en partidos, en alguna que otra organización y movimiento, etc. Porque no vale sólo escribir: el pensamiento sin la acción no vale para nada.
¿Y esa acción en qué consiste? Ahí nos encontramos con el verdadero problema porque el gran páramo político-cultural que existe en la España actual es desolador.
Nosotros, que tenemos alguna experiencia al respecto, estamos un poco cansados de mutuas acusaciones cuando se toma una postura en contra o a favor de algo o de alguien. Nadie quiere hablar con nadie para edificar un poder o un partido alternativo. En vez de intentar unirse en los diferentes campos, bien sean europeistas, hispánicos, sociales, cristianos, etc, parece que lo principal es la descalificación, e incluso el insulto, del que está a tu lado.
En fin, esperemos que el freno a nuestra decadencia lo eche un grupo de élite al que todos deberíamos unirnos. Y decimos esto con toda contundencia. No nos importa el asedio del sistema y los insultos de algún "pesebrista", antaño comulgador de los primeros viernes y asiduo asistente al oficio divino dominical, misal en ristre. Que Dios les perdone su vuelco.
No cabe duda de que a esas personas se las debe de ayudar bien sea participando en agrupaciones políticas, en partidos, en alguna que otra organización y movimiento, etc. Porque no vale sólo escribir: el pensamiento sin la acción no vale para nada.
¿Y esa acción en qué consiste? Ahí nos encontramos con el verdadero problema porque el gran páramo político-cultural que existe en la España actual es desolador.
Nosotros, que tenemos alguna experiencia al respecto, estamos un poco cansados de mutuas acusaciones cuando se toma una postura en contra o a favor de algo o de alguien. Nadie quiere hablar con nadie para edificar un poder o un partido alternativo. En vez de intentar unirse en los diferentes campos, bien sean europeistas, hispánicos, sociales, cristianos, etc, parece que lo principal es la descalificación, e incluso el insulto, del que está a tu lado.
En fin, esperemos que el freno a nuestra decadencia lo eche un grupo de élite al que todos deberíamos unirnos. Y decimos esto con toda contundencia. No nos importa el asedio del sistema y los insultos de algún "pesebrista", antaño comulgador de los primeros viernes y asiduo asistente al oficio divino dominical, misal en ristre. Que Dios les perdone su vuelco.
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