Según el
Diccionario de los “inmortales” de la RAE, la segunda acepción de la palabra
maricón es “sodomita, hombre que comete sodomía”, definiendo a su vez esta
palabra como “práctica del coito anal”.
El
artículo 32 de la Constitución, dice:
1.- El
hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio con plena igualdad
jurídica.
2.- La
ley regulará las formas de matrimonio, la edad y la capacidad para contraerlo,
los derechos y deberes de los cónyuges, las causas de separación y disolución y
sus efectos.
Por otra
parte, el citado Diccionario define al cónyuge como “marido y mujer
respectivamente”.
Asimismo,
el citado Diccionario define el matrimonio como “unión de hombre y mujer
concertada mediante determinados ritos o formalidades legales”.
Al mismo
tiempo, la palabra matrimonio viene del latín matrimonium , que esencialmente
quiere decir condición de mujer (mater, madre), fundamentado en la posesión de
la matriz, órgano que, con el concurso del hombre, sirve para la reproducción.
Ya Marco
Tulio Cicerón hablaba de “alicujus matrimonium tenere”, “ser la esposa de
alguno o de alguien”, o el historiador del siglo II de nuestra Era, Juniano
Justino, también hablaba de “habere aliquam in matrimonium”, “tener por mujer o
por esposa”
Por
tanto, no se puede hablar de matrimonio homosexual por mucho que diga el
Tribunal Constitucional.
Pero
claro, oiga, puede que los “inmortales” se unan a esta farsa y nos cambien las
definiciones anteriores, introduciendo nuevas modificaciones o palabras, como
han hecho con “acojonamiento”, “culamen”, “tetamen” o “pechamen”, “sociata”,
etc. Estas palabras, por lógica, tendrían que tener sus equivalentes:
“aovaramiento”, “tabalariamen” o “posaderamen”, “delanteramen” y “comuniata”. También
se podrá decir, por aquello del feminismo semántico, “acojonamienta” ,
“sociato”, comuniato”, etc.
No nos
extrañaría que dichos “inmortales” hagan nuevas definiciones de las palabras,
por ejemplo, lóbulo, brújula o código, diciendo que un lóbulo es un pérrulo que
se come ovéjulas, o que la brújula es una viéjula montada en una escóbula, y
que el código es la articulación del brácigo.
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