Según el diccionario de los “inmortales” de la RAE,
plutocracia es:
1.- Preponderancia
de los ricos en el gobierno del Estado.
2.-
Predominio de la clase más rica de un país.
Dicho esto, y según nuestra modesta opinión, hay dos
clases de capitalismo: el que siguen los países dominados por dicha
plutocracia, y el Capitalismo (con mayúsculas) basado en la economía de mercado
y en la productividad, sin caer en el gran error del primer capitalismo, cual
es la sumisión de las personas al sistema.
Este capitalismo, que podríamos catalogar como
financiero, aunque no lo parezca, es el gran enemigo de dicha economía de
mercado que, como ya es sabido, es la que genera el bienestar y la riqueza de
la población. Pero, claro, esto no se tiene en cuenta. Ahí tenemos lo que se
denomina el Nuevo Orden Mundial que es el que maneja a toda la casta política,
sea de un bando o de otro.
Dicho Nuevo Orden Mundial, en el fondo de lo que se
preocupa es de poner en manos de los bancos la mayor cantidad de dinero
posible, casi todo él procedente de los impuestos que paga el pueblo soberano.
Les importa un bledo, dos cominos y tres dídimos a los componentes de este clan
mundial, el que una pequeña empresa sea productiva o no, o que los trabajadores
autónomos se vayan a pique.
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