Como habrán observado, en muchos de nuestros artículos
usamos la frase de “políticamente correcto” como crítica. Esta frase, usada
desde hace varios años, se ha expandido por doquier por mor de los de la
internacional de la mentira, y de otras cosas, gracias a los dueños de los
“mass-media” que dichos “internacionalistas” controlan.
El objetivo de estos “internacionalistas” es claro,
aunque traten de disimularlo con mentiras, distorsiones, engaños, subterfugios,
demagogias, logomaquias, calambures y demás: la imposición de sus
planteamientos, trasnochados, caducos y decimonónicos para uniformar la opinión
pública, violentando los más básicos principios individuales de libertad de
expresión.
Los “valores” que proponen los “políticamente
correctos”, ya sabemos cuáles con: abortismo, igualdad “matrimonial” entre un nombre y una mujer y el de dos
personas del mismo sexo, unión ésta estéril que no genera vida; permitir que
dos personas del mismo sexo adopten menores como si fuesen un padre y una
madre; fomentar y promocionar lo de la “ideología de género” “zapateril”, que
en el fondo es un deprecio a la mujer, originando un vocabulario poco menos que
demencial como, por ejemplo, el “hado padrino”, o decir “Merry christmas”, en
lugar de “Happy holidays”; inculcar en el “pueblo soberano” que el Estado, al
más puro estilo totalitario, sea el que tenga que educar a los hijos, y no sus
padres;
En fin, el denominador común de esta gente es el
ataque continuo y constante a la religión cristiana en general, y a la católica
en particular. Ahí tenemos las profanaciones y blasfemias que, obviamente, no
se atreven a hacer contra el Islam ni en una mezquita.
Todo esto, y
varias cosas más, están destruyendo a la sociedad, como es público y notorio.
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