Los de la internacional de la mentira, del odio y del
terror, hablan y hablan del bien común, de las fuerzas progresistas, de
regeneración democrática y de otras lindezas. Pero, claro, lo hacen bajo su
óptica. Desde el punto de vista filosófico, caca de la vaca flaca. Desde tal
punto de vista, el bien común es todo lo que sea para que todos los miembros de
una comunidad, sociedad, etc, se beneficien.
Como ya saben, la “polis” era el nombre que se daba en
la antigua Grecia a las ciudades-Estado. Nos dice Aristóteles en su “La
Política” que “La comunidad perfecta es la polis..., surgió para satisfacer
las necesidades vitales del hombre, pero su finalidad es permitirle vivir
bien... El hombre que, naturalmente y no por azar, no viva en la polis es
infrahumano o sobrehumano”.
Siguiendo bajo el punto de vista filosófico, para la
filosofía el bien común tiene que ser compartido por todos los miembros de una
sociedad o comunidad, pero no solamente en el sentido económico y físico.
Aristóteles examina y estudia la ética como una conexión y vínculo entre el
bien común de la gente y su felicidad, a través del uso de la virtud.
Pero, claro, oiga, hablar a estos “internacionalistas”
de ética, de moral y de virtudes, es como pedir “peras al horno”, como decía un
votante sociata ¿Se puede conseguir el bien común cuando no se defiende ni la
vida ni la familia, cuando se defiende el libertinaje en vez de la libertad, o
cuando no hay respeto a la verdad ni a lo propuesto y prometido, “cambiando de
opinión”?
Y para terminar comentar que los derechos humanos, la
defensa de la vida, la caridad, la paz, etc, etc, no son invenciones modernas.
La iglesia cristiana lleva siglos y siglos defendiendo estos conceptos. Nada se
comenta sobre “amaos los unos a los otros como yo os he amado”. Si esto
se hiciese, graves y grandísimos problemas estarían resueltos. Pero ya saben: “la
iglesia que más ilumina es la que arde” ¿Le diría algo de esto Su Sanchidad
al Papa cuando le visitó?
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