¿No hay que “recuperar la memoria histórica”
“zapateril” y la “democrática” de Su Sanchidad? Pues vayamos a ello.
Decía
Lenin que todas las fuerzas enemigas del comunismo tenía que estar “suficientemente sumidas en confusión,
suficientemente reñidas unas con otras y suficientemente debilitadas por una
lucha intestina y superior a sus
fuerzas”. También decía que los partidos comunistas “en su lucha por el comunismo deben tener el camino libre, deben
servirse de todas las armas a su alcance. La democracia, la plena libertad
política, son sus mejores armas”. Asimismo, también manifestaba que “no ha estallado ninguna revolución ni puede
estallar sin la desorganización del ejército”.
Sobre
el tema del ejército, comentaba: “El
primer acto de toda revolución victoriosa – como lo han enseñado Marx y Engels
– ha sido destruir el antiguo ejército, destrozarlo y reemplazarlo por un
ejército nuevo. La clase social nueva que aspira al poder no ha podido nunca, y
actualmente tampoco puede, alcanzar y asegurar su dominio de otra manera que destrozando
el antiguo ejército”
Esta
era la situación en la que se encontraba España a principios de la II República y, en cierto modo, actualmente también parece
que estamos en una situación semejante. Ahí están los ujieres de turno que,
contando con la ignorancia y estulticia del pueblo soberano, están trepando poco a poco.
Si
Dios no lo remedia, probablemente será tarde cuando dicho pueblo soberano
descubra los patibularios y siniestros fines de los mentados ujieres.
Continuará.
¡Menudo “vínculo luminoso”!
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