La casta política, ante cualquier
situación o problema, sea del tipo que sea, parece que actúa por tramos.
Así, por ejemplo, el primer
tramo parece ser la sonrisa, con lo que se intenta minimizar el asunto,
queriendo transmitir con esto que el tal problema no existe, o no tiene
importancia, aunque la evidencia y la realidad digan y demuestren todo lo
contrario.
El segundo tramo sería el
fotogénico: tienen que aparecer en los “mass-media” fotografías y más
fotografías de sesudos representantes de dicha casta, y algunos “ad láteres”,
dando la sensación de que se está estudiando el problema o problemas a fondo,
para darles la solución que más convenga al partido, no a las personas.
El tercer tramo, sería el de
atacar a la oposición, aunque no venga a cuento, usando la más pura logomaquia
y empleando todo tipo de palabras descalificadoras. La cosa es hablar mucho,
aunque no se diga nada.
Y el cuarto tramo vendría
expresado por la distracción del pueblo soberano con “pantojadas”, “la roja”, “acontecimientos
planetarios” o algún otro tema de bragas, senos y tabalarios, o también, si es
posible, cambiar el asunto de nombre para enfocarlo desde otro punto de vista. La
cosa es tirar “p’alante” y conseguir en el poder.
¡Ah!, también hay otro tramo,
cuando la situación ya es un poco grave: la creación de “comités de expertos”.
La “regeneración democrática”, así lo exige, oiga.
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