Sí, los jaleos, tinglados, desórdenes, enredos, etc, de su “Sanchidad” nos están llevando a una situación desastrosa en todos los órdenes. Y esto está demostrado con sus actuaciones y planteamientos sobre Marruecos, el Sahara, el “affarie Pegasus”, etc. Esto, y otras cosas, puede que sea el principio de su fin. Y esas otras cosas son, por ejemplo, el echar la culpa de todo a la oposición atacándola de forma prepotente y vanidosa, sin reconocer sus fallos y errores, amén de dar pocas explicaciones, o ninguna, sobre su política que es, parafraseando a Manuel Azaña, “incompetente, tabernaria, de amigachos, de codicia y botín sin ninguna ide alta”.
Puede que el tío no sea tonto como parece, y a lo mejor esté esperando la cumbre de la OTAN que se celebrará en Madrid a finales de este mes de junio, para “autocrearse” una buena imagen, oiga, aunque si pierde las elecciones andaluzas que se celebrarán unos días antes se pondrá catatónico y ciclotímico, y a lo mejor cianótico.
En fin, este tiparraco sólo tiene los
apoyos de sus ministros, ministras y “ministres”, amén de los funcionarios de
turno. Pero estos apoyos son pocos. Pensamos que a este sujeto le quedan cuatro
días en la poltrona. Si esto no es así, nos hundiremos en el caos.
Y terminamos con un genial párrafo del
gran filósofo Ortega y Gasset, verdadero republicano, publicado en “El
Espectador” en 1917:
“Periodistas,
profesores y políticos sin talento componen el Estado Mayor de la envidia…. Lo que
hoy llamamos “opinión pública” y “democracia”, no es en gran parte sino la
purulenta secreción de esas almas rencorosas” ( I )
( I ).- Como ya sabrán, “El
Espectador” fue una revista publicada entre 1916 y 1934 por Ortega y Gasset,
escrita en cuatro tomos, en donde expresaba su forma de ver las cosas y su
pensamiento.
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